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La crisis del euro

La troika examina por segunda vez a Portugal

Antonio Jiménez Barca

Los representantes de la troika (FMI, UE y BCE) comenzaron ayer el examen de las finanzas portuguesas y de las medidas de ajuste del Gobierno a fin de certificar si el país está en condiciones o no de recibir los 8.000 millones de euros del tercer tramo del préstamo de 78.000 otorgado en mayo y que le salvó de la bancarrota. Los expertos de la troika permanecerán en Portugal dos semanas. Durante este tiempo calibrarán lo hecho hasta ahora por el Gobierno portugués y, sobre todo, enjuiciarán las propuestas que tiene previsto incorporar en el presupuesto del año que viene: supresión de las pagas extras a buena parte de funcionarios y pensionistas. Si el resultado es satisfactorio, a juicio de la troika, el Gobierno portugués recibirá los 8.000 millones de euros.

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No llegan los representantes de la troika en un buen momento: la deuda pública portuguesa alcanza registros récord tras la crisis griega y la creciente inestabilidad italiana; el comercio interno se desploma (mucho más que la media de la UE), la caída del PIB de Portugal para el año que viene se prevé, cuando menos, del 2,8% y para hoy los sindicatos han anunciado una huelga en los transportes públicos para protestar por las medidas de ajuste que afectan a este sector.

Acuciado por una economía cada vez más estrangulada y una alarmante y creciente falta de financiación de las empresas, por un desempleo que crecerá el año que viene del 9% al 13%, el Gobierno luso aprovechará la presencia de los técnicos internacionales para solicitar "algunos ajustes" en el programa acordado con el FMI, el BCE y la UE.

No más dinero

El primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, no ha revelado en qué consistirán esos ajustes aunque ha descartado que se trate de pedir más dinero. En el aire está la crucial cuestión del financiamiento de los transportes públicos, altamente deficitarios.

La prensa económica cita con insistencia una cifra: 20.000 millones que, a juicio del Gobierno portugués, son necesarios sacar de algún sitio a fin de no ahogar definitivamente la economía portuguesa. El Jornal de Negócios da por hecho también que el Estado entrará en el capital de varios grandes bancos portugueses usando para eso 12.000 millones provenientes del préstamo. Uno de los objetivos de esta medida será asegurarse de que bancos intervenidos conceden créditos a las empresas.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.
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