Un plató sobrio y sin público

Carpinteros, iluminadores y técnicos de sonido se movían ayer con frenesí en el escenario que el próximo lunes albergará el cara a cara entre el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y el popular Mariano Rajoy. El plató que se está construyendo a toda prisa en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid será sobrio, con una mesa color crema cuadrada, transparencias de fondo iluminadas con detalles sobre La Moncloa y 13 paneles completando el semicírculo. Sobre los candidatos, que comparecerán sentados, un enjambre de focos y al menos 18 cámaras registrando sus intervenciones y la actuación del moderador, el periodista Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de Televisión, que moderó un Zapatero-Rajoy en 2008 y un González-Aznar en 1993.

Esta entidad, que ya organizó los debates de 2008 entre Zapatero y Rajoy, ha cuantificado el coste del debate en unos 550.000 euros. Los dos anteriores superaron el millón de euros. "Es un presupuesto más ajustado", que el de hace tres años, apunta el productor ejecutivo, Pepe Carbajo, aunque "sale más caro uno que dos, proporcionalmente". El presupuesto será sufragado por las televisiones que hayan comprado la señal. A la hora de fijar la factura de cada operador se tendrá en cuenta la audiencia del debate. De momento, se ha valorado la audiencia de los canales en el mes de septiembre.

TVE será la principal fuente de financiación, ya que aportará el 32% del coste. Antena 3 pagará el 27%; La Sexta, el 14%, y Cuatro, el 13,7%, mientras que las autonómicas de la Forta, sufragarán el 8,5%. En un nivel inferior se sitúan Intereconomía (3,2%), 13 TV (1,1%), Veo 7 y la autonómica de Castilla y León (0,2%), según Carbajo. TVE calcula que su factura oscilará entre 230.000 y 300.000 euros, la mitad de lo que cuesta un capítulo de una serie de ficción española.

El sábado se celebrará un ensayo general al que asistirán dobles de Rubalcaba y Rajoy para probar los aspectos técnicos: planos, luces, sonido. Todos los detalles están siendo supervisados por los equipos de campaña de los candidatos. "Prácticamente todo está ultimado, aunque se siguen negociando los últimos flecos", apuntó ayer Concha García Campoy, portavoz de la Academia.

Entre esos flecos está la duración (entre las 22.00 y las 24.00 es el horario sobre el que se trabaja) y el intermedio. En el interior de la gigantesca sala no habrá público. Ni siquiera los asesores de los candidatos. Solo los camarógrafos, técnicos de sonido y de iluminación para solventar hipotéticos fallos. Rubalcaba y Rajoy tendrán a su disposición sendos camerinos, donde estará el set de maquillaje y seis asesores por cada lado.

"No hemos recibido indicaciones sobre el diseño del escenario", precisó ayer Fernando Navarrete, realizador del cara a cara. Detalles como la ubicación de cada uno de los candidatos, se sortearán a cara o cruz. Los cronómetros, un elemento imprescindible para medir los tiempos de las intervenciones, serán los que se utilizan en las competiciones de baloncesto.

La producción correrá a cargo del mismo equipo profesional que organizó los dos enfrentamientos de 2008. García Campoy confía en que el debate de 2011 tenga "más flexibilidad" que los anteriores, aunque la estructura estará anclada en los tres grandes temas pactados entre PSOE y PP: economía y empleo, políticas sociales y democracia y política exterior. La periodista admitió que en 2008, con bloque muy tasados, hubo "poco margen para el debate en sí".

Una prueba de la expectación que ha despertado el debate es la solicitud de acreditaciones: 250 medios nacionales e internaciones. "La tarea principal es que la señal llegue a todo el mundo con la mejor calidad", subrayó Carbajo. Para la realización se emplearán dos unidades móviles. "Nacionales", recalcó Navarrete.