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Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Dinastía Madoff

Como aquellas viejas series televisivas que nos contaban los odios, desamores y venganzas de adineradas estirpes familiares, la de los Madoff vuelve a escena con un nuevo capítulo. Lo hace tres años después de la detención del patriarca, Bernard Madoff, el protagonista de una estafa que se estima entre los 50.000 y los 65.000 millones de dólares. Gracias a su colosal engaño piramidal, Bernard y su familia fueron felizmente millonarios. Entre sus posesiones figuraba la residencia habitual, el ático de Nueva York junto a Central Park valorado en siete millones de dólares, y una casita en Palm Beach de 21 millones. Pero de la noche a la mañana, el gran patriarca, aquel hombre tan admirado que de vigilante de la playa pasó a ser un gran tiburón de las finanzas, quedó reducido al villano que personalizaba todos los males de la crisis que se abría paso a ambos lados del Atlántico.

Entre los capítulos que de seguro habrían pulverizado todos los récords de audiencias, destacan su condena a 150 años de prisión, la paliza que recibió en la cárcel y el vilipendio al que le sometió una antigua amante asegurando que la tenía pequeña.

Pero lo peor para los Madoff estaba por llegar. Sus dos hijos, Mark y Andrew, directivos de la empresa paterna, le rechazaron. Su esposa, Ruth, le abandonó, y el mayor de los vástagos, Mark, terminó suicidándose mientras la familia seguía hundiéndose en la deshonra y la pérdida de sus posesiones, valoradas en su día en más de 800 millones de dólares.

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El regreso llega de la mano de la escritora Laurie Sandell, que la próxima semana publica una biografía de esta familia destruida y para la que Andrew Madoff y su madre, Ruth, están colaborando hablando con la prensa. Dicen que porque quieren recuperar su reputación y poder levantar la cabeza cuando anden por la calle. Para levantar su fraudulento imperio, a Bernard Madoff le favoreció esa absurda veneración social que producen los adinerados. Esa misma atracción por los ricos y famosos podría convertir el libro de Sandell en un best seller y restituir a los Madoff, quién sabe, parte de su riqueza.

Por si acaso, permanezcan atentos a la pantalla.

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