Gernika bulle en su día grande

Gernika fue ayer un auténtico hervidero. La feria del Último Lunes de Octubre batió su récord de visitantes: en torno a 120.000 personas -20.000 más que el pasado año- se acercaron a disfrutar del mayor escaparate del agro vizcaíno y colapsaron la localidad. El puente de Todos los Santos y el buen tiempo fueron las excusas perfectas para sumarse a la fiesta. Esta afluencia masiva complicó el acceso a la villa foral desde primera hora de la mañana. Y ello a pesar de que Bizkaibus y Euskotren habían reforzado sus servicios. Llegar, por ejemplo, en autobús desde Bilbao al mediodía costó cerca de dos horas por culpa de la enorme caravana de coches.

Este récord de público no tuvo reflejo, sin embargo, en las ventas, tal y como certificaron muchos de los baserritarras. "Para la gente que hay, no está yendo demasiado bien. Hay mucho movimiento, pero compran poco. Se acercan, preguntan, y dicen que luego se pasan, pero aquí no viene nadie. A lo mejor es por la crisis", señalaron en el puesto de Sonia Isasi, de Iurreta, especializado en txakoli, frutas y hortalizas. "Flojo, bastante flojo. Pintxos sí que se cogen, pero pocas ventas de producto", corroboraron en la caseta de quesos de Sabin Aramburu, de Muxika. El kilo de alubia de Gernika, uno de los productos más demandados, alcanzó los 16 euros.

Pese a que el PNV aprovechó la feria para realizar un acto por la mañana, al clima preelectoral y a que la entrada de la localidad vizcaína amaneció con pintadas de exaltación a ETA, la política quedó en un segundo plano para la inmensa mayoría de los asistentes. Pedro López y su mujer, Mertxe, dos bilbaínos que pasan "largas temporadas" en un camping cercano a Gernika, aseguraron que en días como el de ayer "de política no se habla". "Todo el mundo está feliz. Sólo tienes que mirar sus caras. Nosotros ni nos habíamos enterado del acto del PNV. Claro que nos alegramos del final de ETA, si es que es realmente el final, pero hoy es un día de fiesta", coincidieron ambos.

Un pensamiento compartido por Amelia, gerniquesa "de toda la vida" que ahora vive en Busturia. "Nadie está pensando hoy en la política, ni en las elecciones del 20-N, ni en ETA. Esta fiesta está por encima de esas cosas", consideró. La impresión que desprendían las abarrotadas calles en las que los baserritarras habían colocado los 277 puestos era justo ésa: caras felices y ambiente festivo.

El queso ganador del concurso de este año fue el de Mausitxa, de Elgoibar. El restaurante Katxi, de Morga, lo adquirió en la subasta por 6.200 euros. Teresa Petralanda, de Orozko, tenía el puesto de queso repleto de gente y, a diferencia de muchos de sus colegas, no se quejaba por las escasas ventas. "A mí la verdad es que me está yendo de maravilla. Este año no nos han dado el premio, pero, si te digo la verdad, el mejor premio que puede haber para un baserritarra es vender, y eso lo estamos consiguiendo", señaló.

En el puesto de Lourdes Malaxetxebarria, de Berriatua, productora de pan y pastel vasco, también estaban contentos por cómo les estaba yendo el día. "La crisis la notamos más en el día a día, pero, en ferias como ésta, la cosa es raro que vaya mal. Hay cantidad de gente, hace buen tiempo... Tenemos un buen producto y nos lo están diciendo. Estamos muy contentos", manifestó una vendedora.

Uno de los puntos más concurridos de la villa fue la plaza Adolfo Urioste. La sesión de bertsolaris, en la que participaron Andoni Egaña, Sebastián Lizaso y Oinhane Enbeitia, atrajo las miradas de cientos de personas. Caminar por la calle San Juan también resultó complicado. Una muestra de maquinaria de jardinería, agrícola y forestal hizo las delicias de miles de viandantes. Había tractores -para felicidad de los más pequeños, que no se bajaban de las cabinas-, cortadores de leña, segadoras, motosierras...

La diputada de Agricultura, Irene Pardo, visitó las casetas y conversó con los productores, a quienes trasladó su agradecimiento "por ofrecer productos que reúnen todas las garantías de calidad y que implican, además, un compromiso por la conservación del entorno rural".

Pardo destacó que en los últimos cinco años 292 jóvenes agricultores han realizado inversiones en sus explotaciones en Bizkaia para modernizarlas y resultar así más competitivos. Él dinero invertido, indicó la responsable, ascendió a 20,5 millones de euros, de los cuales 11,6 millones provinieron de las arcas de la Diputación. "De esos 292 jóvenes, 157 son nuevas incorporaciones al primer sector vizcaíno, que han elegido esta actividad con proyectos realmente innovadores", aseveró.