Griñán apuesta por la educación a costa de la inversión

El que puede ser el último presupuesto elaborado por el PSOE en Andalucía, si en las elecciones autonómicas de marzo de 2012 se produce el vuelco que vaticinan las encuestas, va a ser la principal arma política del Gobierno de José Antonio Griñán para afrontar la recta final de la legislatura. Y, también, una importante herramienta electoral. No solo para Griñán, sino también para el candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, según admiten en el Ejecutivo andaluz. Toda la campaña del PSOE está basada en el contraste con las políticas del PP allí donde gobierna, lo que Rubalcaba llama "la metáfora de los menús", y las cuentas andaluzas para 2012 le brindan, sobre el papel, los ingredientes para cocinarlos.

La Junta sube cinco impuestos para aumentar los ingresos

Los fondos para atender a los dependientes aumentan un 5,9%

Pese a las dificultades de elaborar unos presupuestos con unas cuentas estatales prorrogadas, es decir, sin tener información fiable al 100% de los ingresos; con el compromiso de alcanzar en 2012 un déficit del 1,3%; con la recaudación de impuestos cayendo en picado por la baja tasa de crecimiento económico, y con el paro rozando el 30% en Andalucía, el Gobierno andaluz aprobó ayer el proyecto de ley de Presupuestos. Un año más, reduce la inversión pública, que se retrotrae a niveles de 2005 (ahora va a ser de 4.854 millones), para poder mantener las políticas sociales y, singularmente, la educación.

"Las obras públicas no son sociales, la inversión puede esperar", afirmó ayer la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, quien aseguró que los "recortes no son la única solución a todos los problemas".

La Junta dispondrá el próximo año de 32.020 millones de euros, un 1,1% más que el ejercicio ahora en vigor. El aumento de los ingresos lo consigue incrementando hasta cinco impuestos, pero sobre todo acudiendo al máximo techo legal de endeudamiento, que crecerá un 33%.

El 83% del gasto va destinado a las políticas sociales, un 1,4% más que en 2011. Para lograr esa subida, otras consejerías han tenido que bajar sus recursos en un 8,6% de media. La tijera no se ha metido ni en educación, ni en sanidad, ni en dependencia, ni en I+D+i, ni en empleo. Con todo, el mayor incremento del gasto no es para ninguna política, sino para pagar la amortización de la deuda (2.229 millones, un 18,3%).

Aguayo destacó que Educación es la principal prioridad de las cuentas, que dispondrá de 7.615 millones, un 2,5% más. El Gobierno andaluz no solo va a mantener las políticas educativas, sino que tiene previsto ampliar en 8.216 las plazas de guarderías; contratar a 820 docentes y repartir gratis 84.900 ordenadores. Con esta apuesta, el Gobierno andaluz apela al "contraste" con las políticas del PP,

Las partidas de sanidad (9.393 millones de euros) permanecen idénticas, "sin retirar, suspender o abandonar ninguno de los servicios". La tercera pata del presupuesto de la que presumirá el Gobierno andaluz es la atención a los dependientes, que consumirá 1.187 millones (un aumento del 5,9%).

La Junta ha preferido sacrificar la inversión para mantener las políticas sociales, que considera su seña de identidad.