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Las lluvias causan un muerto y cuatro heridos de gravedad

Unas 5.000 abonados sufren cortes de luz intermitentes en los municipios de Reus, Salou y Blanes

Las fuertes lluvias dejaron ayer un muerto y cuatro heridos de gravedad en accidentes de tráfico en Cataluña. Una mujer murió en la N-II a la altura de Vidreres (Selva) por el choque frontal del coche que conducía contra otro turismo y una furgoneta. Otras cuatro personas, entre ellas el conductor del otro turismo, resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, en el siniestro, que se produjo alrededor de las cinco de la tarde. El Servicio Catalán de Tráfico, que no informó sobre las causas del accidente, no descartó que estuviera relacionado con la lluvia.

Poco antes, a las 14.54, un accidente entre un autocar y ocho turismos en la autovía A-2 a la altura de Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat) causó un herido grave y ocho leves. Los heridos viajaban en los diferentes coches y los 32 pasajeros del autocar, de la compañía ALSA, que cubre la Línea Barcelona-Berga, resultaron ilesos. El accidente obligó a cortar la vía durante media hora, lo que provocó tres kilómetros de retención. En varios puntos se registraron colas, como la Ronda de Dalt y la Litoral, en Barcelona; la AP-2 en El Papiol para enlazar con la AP-7, y la C-58.

Además, la lluvia causó cortes de luz intermitentes que afectaron durante varias horas a más de 5.000 hogares de Reus (Baix Camp), Blanes (Selva) y Salou (Tarragonès). Los polígonos químicos de Tarragona también sufrieron algún fallo en el suministro eléctrico.

Salou fue la localidad más perjudicada porque se desbordó el caudal de la riera del barranco de Barenys y causó inundaciones en todo el barrio de la Salut. Algunas casas de la calle de València y el paseo de Miramar tuvieron que ser desalojadas. Los vecinos, que se despertaron con el estruendo de la tormenta, desde la madrugada intentaron impedir que el agua, el barro y las cañas del barranco devoraran los garajes, los sótanos y las plantas bajas de sus domicilios.

Además, una veintena de coches sufrieron desperfectos. "Hemos tenido todos los muebles de la oficina llenos de barro; llevamos 30 años así, cuando llueve y el caudal se desborda, lleva toda el agua de la lluvia, de las cloacas y de la depuradora de Reus, que desemboca en Barenys, hasta nuestras calles", afirmó ayer Joan Miquel Vila, que regenta una inmobiliaria.

A última hora de ayer, la Dirección General de Protección Civil de Cataluña avisó de que las precipitaciones persistentes, en algún caso en forma de tormenta, se podrían repetir durante la madrugada. Según las previsiones, el temporal se desplazará al área metropolitana de Barcelona y especialmente a Girona.

JOSEP LLUÍS SELLART

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