"Alonso tuvo mala intención desde el principio con el legado del poeta"
José Carlos Rovira, catedrático de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Alicante, fue el año pasado el comisario del Año Miguel Hernández, cargo al que accedió nombrado por el Gobierno. Con motivo del centenario del nacimiento del poeta se realizaron más de 2.000 actos en toda España y cerca de 600 en el resto del mundo.
Pero el legado de Miguel Hernández descansa desde el pasado martes en la caja fuerte de un banco. La negativa del Ayuntamiento de Elche -en manos ahora del PP- a cumplir con el convenio suscrito con sus herederos y pagar 150.000 euros al año ha obligado a esconder más de 5.000 documentos. Rovira critica la "mala intención" del nuevo Ayuntamiento, que ni tan siquiera negoció con los herederos.
"Cuando hay un problema, se habla o se agrava. Y aquí ni se sentaron"
"Sin el legado no podemos seguir investigando la vida del poeta y su obra"
Rovira cree que el convenio habría salido gratis con la venta de productos
Pregunta. ¿A qué riesgo se expone ahora el legado del poeta Miguel Hernández?
Respuesta. El desahucio ejecutado por el Ayuntamiento de Elche, que ha sido el responsable máximo, pone fuera de la circulación científica un conjunto de documentos esenciales para entender la dimensión literaria y la tradición de un poeta único. El riesgo principal es que ahora está en un banco, pero desaparece de la circulación pública después de celebrar el Año Hernandiano con centenares de actos. Es triste que no podamos consultarlos.
P. Pero, ¿cuál es la importancia de este legado?
R. Es importante porque recoge todos los papeles de este poeta, que en un corto periodo de tiempo moldeó como nadie la palabra. Ahora no disponemos de ellos y lo peor es que no sabemos hasta cuándo.
P. ¿Y se podría plantear la fragmentación de este legado o venderlo por partes?
R. Yo espero que no. La familia no ha manifestado en ningún momento la voluntad de romper la unidad de este legado, que es la memoria textual y artística del poeta. Las instituciones españolas interesadas en su custodia lo quieren unitario, porque el valor está en el conjunto. Pieza por pieza sería más discutible.
P. ¿Qué papeles son los más importantes?
R. Junto con la profesora Carmen Alemany ya clasificamos hace 20 años la parte que cedió Josefina Manresa, viuda de Hernández. La importancia para el investigador es que hay 1.400 hojitas de Miguel Hernández con la caligrafía pequeña que contienen la explicación de por qué un poeta que vivió tan poco tiempo y murió a los 32 años consigue esos resultados magníficos y se sitúa entre los modelos literarios del siglo XX. El legado está lleno de anotaciones, sobre, por ejemplo, qué pensó el poeta en 1933 ver la película La Reina Cristina con Greta Garbo. Es el legado de un hombre que se va sorprendiendo ante el mundo y lo mira de otra forma. Va creciendo en cultura y en voluntad y todo eso está en esos papeles. El lunes cuando recogimos las cajas me interesó ver como Hernández tenía algunos de los grandes libros del siglo XX. Y están todos los papeles que el poeta escribió en la cárcel, papeles que destilan que tenía muy claro que en ese legado estaba el futuro de él y de su familia.
P. Pero como investigador, ¿qué supone que este legado esté ahora en la caja fuerte de un banco?
R. Se están dirigiendo varias tesis doctorales y publicaciones que tienen la necesidad de consultar esos papeles, no es solo su obra sino todo lo que reflexionó durante 10 años de su vida. Para la comunidad científica no se trata tanto de nuevos descubrimientos de obra inédita, sino que el problema es que perdemos de vista la posibilidad de seguir investigando y explicando al poeta a través de sus papeles.
P. ¿Y en esta negociación quién se equivocó, la familia o el Ayuntamiento de Elche?
R. El Ayuntamiento, la alcaldesa Mercedes Alonso, tenían mala intención desde el principio. Cuando hay un problema, o se habla o el problema se agrava, y aquí no se quiso hablar. Ni citaron a la familia para discutir un convenio avalado por un proyecto. La familia debería percibir 84.000 euros al año por la venta de derechos de imagen y eso significa que la promoción funciona. La fundación Neruda ingresa lo suficiente para mantener su infraestructura con la venta de objetos. Elche tenía esa posibilidad y estaba recogida en el acuerdo suscrito con el anterior alcalde. Es una pérdida sobre la que tampoco se puede hacer demagogia. La situación económica es difícil, pero la actividad cultural no tiene porqué ser costosa. La exposición permanente de cuadros, como el famoso dibujo de Benjamín Palencia con Hernández tocando una armónica, o de todos sus libros hubiera provocado intereses y réditos económicos y culturales para Elche. Miguel Hernández, pese a las estupideces humanas, esta por encima.
P. ¿Y con una fundación se habría evitado esto?
R. Posiblemente sí. Hubo un retraso en la toma de decisiones sobre cosas que deberían haberse tratado antes. El legado estuvo 27 años en Elche y no se planteó antes por diferentes motivos. Con una fundación y un proyecto serio hubiéramos evitado esto, pero en estos años hubo dejadez por parte del Ayuntamiento. La nuera del poeta, Lucía Izquierdo, me ha llegado a pedir el catálogo inicial de hace 20 años porque hay papeles posteriores que desconocemos si están bien catalogados. Es una pena. El centenario demostró la atención nacional e internacional que despierta Miguel Hernández y ahora estamos perdiendo una ocasión única para continuar investigando su vida y obra.
P. ¿Las exigencias económicas de familia son excesivas?
R. Si se considera el derecho de imagen, no sería excesivo porque estoy convencido de que se hubiera conseguido esa cantidad y más, incluso con mecenazgos se hubiera obtenido mucho dinero. La familia hace bien en defender sus derechos. Cuando tenemos una herencia, todos defendemos nuestros intereses y si el problema es la cantidad económica que el Ayuntamiento debe pagar, se podría haber negociado o hablado. Pero no se hizo porque los motivos son políticos.
P. ¿Y el futuro del legado?
R. Mi deseo es que siga en Elche porque fue la voluntad de Manresa, pero como están las cosas, ahora es imposible. Quizá otra institución provincial o local pueda asumirlo
P. Orihuela ya se ha ofrecido y busca un lugar para custodiarlo.
R. Sería una buena opción, Orihuela es la ciudad natal del poeta, pero no conozco el detalle de esa negociación y deberíamos huir de que determinadas situaciones políticas pongan al legado en una situación confusa e inestable.
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