Irán, al asalto del mercado hispano
Hispan TV emitirá para España y Latinoamérica las 24 horas por Hispasat
María, toledana de 24 años, confía en breve en salir del paro y aparecer en pantalla presentando las noticias. Eso sí, tendrá que hacerlo con chador, la prenda que cubre parcialmente a las mujeres en Irán. María va a trabajar desde Teherán para Hispan TV, la televisión internacional en español de información y ocio que el régimen iraní se dispone a lanzar antes de fin de año.
"Esta nueva cadena en español tendrá un papel fundamental a la hora de reflejar la legitimación ideológica de nuestro sistema en el mundo", declaró, a principios de mes, Ezatollah Zarqami, presidente de IRIB, el ente que reagrupa a las televisiones públicas de Irán, las únicas que existen en el país. Irán cuenta ya desde 2007 con una televisión mundial de información en inglés (Press TV) y otras dos en árabe, Al Alam, fundada en 2003 y que mezcla noticias y ocio, e iFilm, que empezó a emitir cine el mes pasado.
La cadena empezará a emitir antes de finales de este año
Teherán concibe el sector audiovisual como un arma frente a Occidente
"¡Va a ser toda una experiencia!", explica al teléfono María, joven exbecaria de la televisión privada española Cuatro. "Creo que voy a aprender mucho", añade. Por de pronto ha tenido que contraer matrimonio porque las autoridades iraníes no aceptaban que la acompañase su novio, más allá de 15 días como turista, si no estaban casados.
Mohamed Sarafad, director de Hispan TV, acudió a Madrid el mes pasado para entrevistar, en inglés y en un hotel, a algunos aspirantes a trabajar para su cadena. A los que daban el perfil les ofreció, según un joven que acudió a la cita, sueldos de unos 2.000 euros netos mensuales, una vivienda pequeña y equipada en Teherán, seguridad social iraní y transporte en la ciudad.
Mucho antes de estas entrevistas Hispan TV encargó a varias productoras españolas como Piruleta y Media, Aritmética Etcétera programas enlatados. David Tejera, periodista de Cuatro, rodó, por ejemplo, con el permiso de su empresa, trece programas de cine (Cine a contracorriente), y Rafael Luque, que trabajó para CNN+, hizo otro tanto sobre libros (Epílogo). Ni que decir tiene que se ha elaborado también un programa religioso de divulgación del islam chií titulado provisionalmente Diálogo abierto. La productora Piruleta y Media no respondió a las llamadas de este periódico.
Mahmud Alizadeh, que se presenta como el "encargado" de Hispan TV en Madrid, explica además que "desde hace un año se están doblando en España telenovelas y largometrajes iraníes para poder ser emitidos" por el nuevo canal. Alizadeh tiene experiencia en la materia porque en su día tradujo al farsi el diccionario de la Real Academia Española.
La cadena iraní también ha contratado a periodistas latinoamericanos, muchos de ellas mujeres, y ha firmado un acuerdo de colaboración con Tele Sur, la cadena venezolana de noticias en español. "Tendremos corresponsales en todas las capitales de América Latina y tres en Estados Unidos, en Los Ángeles, Miami y Nueva York", anuncia Alizadeh. En Madrid contará con una delegación.
Este iraní afincado en Madrid confía en que Hispan TV empiece a "emitir seis horas al día a mediados de noviembre y dos meses después lo haga ya las 24 horas del día". Asegura desconocer el presupuesto de la cadena que emitirá inicialmente para Europa y América a través de los satélites españoles Hispasat 1C. Más tarde tiene previsto contratar también con otros satélites.
El objetivo de Hispan TV es, según señala en su propia web, "divulgar los puntos de vista que muchas veces se encuentran con una infranqueable muralla que bloquea al servicio público y favorece el fortalecimiento de los sectores que anteponen el factor comercial sobre el social, hecho que impide mostrar las realidades que se viven en las zonas geográficas de nuestro interés".
En Irán la televisión es un arma ideológica. Prueba de ello es que está bajo el control directo del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Una de sus tareas consiste además en interferir las emisiones de la BBC y de Voice of America en farsi, según reconoció su presidente durante una charla con veteranos de guerra en agosto de 2010. Por esa razón dos satélites árabes (Nile Sat y Arab Sat) rehúsan transmitir la señal de Al Alam, el canal iraní en árabe. Paradójicamente, en Irán está prohibida, como en Cuba, la recepción de televisiones vía satélite, pero numerosos ciudadanos han puesto a punto sus propias parabólicas caseras con las que logran captarlas a escondidas.
La anglófona Press TV, que técnicamente es una cadena de corte occidental, corre también el riesgo de desaparecer de los paquetes que ofrece Sky en el Reino Unido. Ofcom, el órgano regulador del sector audiovisual británico, le ha abierto un expediente que acabará, probablemente con esa sanción. Le reprocha una falta moral grave por haber difundido en 2009 una entrevista con Maziar Bahari, un periodista canadiense del semanario Newsweek encarcelado durante varios meses en Teherán. Bahari reveló al salir de prisión que sus respuestas habían sido dictadas.
La cadena iraní replicó a Ofcom lamentando que "abusase de la legislación británica sobre los medios de comunicación". Al actuar así, prosigue su comunicado, cede "a las presiones en auge de algunos miembros de la familia real y del Gobierno". "Trabajamos con ahínco para romper el silencio de los medios de comunicación de masas sobre las violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos cometidas por el Gobierno británico dentro y fuera del país", concluye.
Algunas monarquías del Golfo Pérsico, que también han fundado imperios audiovisuales, han barajado la posibilidad de lanzar cadenas mundiales en lengua española, pero hasta ahora no se ha concretado ningún proyecto. El más elaborado fue el de Córdoba, una televisión de divulgación del islam que el jeque saudí Abdelaziz Al Fawzan quiso poner en marcha desde Andalucía en agosto de 2010, pero que finalmente aparcó.
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