Urkullu recuerda que la paz es "una victoria de todos"

El día después del anuncio por parte de ETA del cese definitivo de la violencia la euforia continuó impregnando la mayor parte de las valoraciones de la clase política vasca, aunque también se dejaron escuchar algunas voces críticas que recelan del paso dado por la banda terrorista.

Iñigo Urkullu, presidente del PNV, afirmó que "Euskadi vive un momento de alegría individual y colectiva", aunque a continuación remarcó que "no está todo hecho". El dirigente advirtió de que su partido no permitirá que nadie se arrogue el éxito del final de la violencia, porque, recalcó, "se trata de una victoria de toda la sociedad". "El objetivo de todos debe ser trabajar en pro de la reconciliación y de la convivencia para dejar a nuestros hijos un legado de memoria, libertad y concordia", expresó.

Quiroga aboga por "seguir adelante con el recuerdo vivo de las víctimas"

Urkullu brindó en Sabin Etxea con todos los líderes del partido, con el exlehendakari José Antonio Ardanza y con el expresidente de la formación Xabier Arzalluz bajo el lema Zorionak, Euskadi. Cuestionado sobre quién debe liderar el nuevo tiempo político en el País Vasco, Urkullu aseguró que los nacionalistas no tienen "afán de protagonismo ni pretensión de colgarse medallas de liderazgo". "La sociedad es inteligente y sabrá valorar cuando corresponda el trabajo de unos y otros", dijo.

Arantza Quiroga, presidenta del Parlamento vasco, consideró una "buena noticia" el anuncio de ETA. La portavoz popular propuso a continuación a "todos los demócratas" seguir adelante "con un recuerdo muy vivo y muy presente de las 856 víctimas". En parecidos términos se expresó su compañero de partido y exalcalde de Vitoria Alfonso Alonso, que vio el cese definitivo de la violencia como "una inyección de ilusión muy importante". "Significa conseguir que todos podamos defender nuestras ideas en igualdad. Este triunfo de la democracia también debe ser para las víctimas", consideró.

Patxi Zabaleta, coordinador general de Aralar, destacó que "entramos en una nueva etapa". A su juicio, el objetivo a partir de ahora debe ser "construir una paz duradera sin vencedores ni vencidos y mediante el diálogo". Para ello, abogó por "dejar en manos de la sociedad, de los agentes políticos, sindicales y sociales vascos la llave de la solución del conflicto".

El presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, recordó que el ordenamiento jurídico no puede ser alterado por el hecho de que ETA haya cesado en su actividad. "Se juzgan los hechos pasados con la ley vigente en este momento", aclaró, antes de señalar que el nuevo marco sí puede incidir en las condenas a cumplir por los presos de la banda, hasta llegar a la libertad vigilada, siempre que éstos colaboren con la Justicia, reparen los daños causados y pidan perdón a las víctimas, tal y como exige el artículo 90 del Código Penal.

Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), dijo que va a pedir reunirse la próxima semana con Mariano Rajoy, quien tiene muchas posibilidades de convertirse en el próximo presidente del Gobierno de España. Pedraza quiere preguntarle cuál será su postura en política antiterrorista si finalmente llega a la Moncloa. "Queremos que se comprometa a no realizar ningún tipo de cesión ante la banda y se mantenga firme en materia penitenciaria", advirtió.

El Foro de Ermua, por su parte, señaló que no se fía del paso dado por ETA. "Si su decisión fuera irreversible, resultaría ilógico que no fuera seguida de una entrega de las armas y de una disolución definitiva", valoró el colectivo en una nota.

Erne, el sindicato mayoritario en la Ertzaintza, indicó que "el comunicado de ETA no va a variar el trabajo de los agentes de la policía autónoma", mientras que Etxerat, la asociación de familiares de presos de ETA, deseó que la paz "esté acompañada de otros pasos que vayan dejando atrás el sufrimiento y la conculcación de derechos".