Jabyer Fernández acusa a la Diputación vizcaína de haber "matado" a Iurbenor

El empresario Jabyer Fernández acusó ayer a la Diputación vizcaína de haber "matado" a su promotora Iurbenor por incumplir los compromisos adquiridos y denegar el aplazamiento de la deuda que tenía contraída con la Hacienda foral. Lo hizo con motivo de la vista celebrada en el Juzgado número 1 de lo Mercantil de Bilbao, durante la que defendió su inocencia y su trayectoria profesional de 25 años, en la que "nunca" había llevado a una compañía a una situación concursal.

Fernández aseguró ante el juez que su intención era "cumplir" con los 42 millones del pago del IVA derivados de la venta de los terrenos de antigua fábrica de Sefanitro, en Barakaldo, donde estaba prevista una ambiciosa operación inmobiliaria que finalmente fracasó. Según recalcó, podría haber abonado la cantidad debida de manera "muy rápida" a partir de la puesta en marcha de una planta de viviendas modulares en Alonsotegi que también iba a estar bajo su gestión. Sin embargo, señaló que perdió seis millones de euros en subvenciones del Gobierno vasco porque la Diputación no hizo entrega de los suelos para construir la nueva planta.

El juicio penal, en el que está imputado Macua, se sigue en otro tribunal

Según su relato, el dinero que obtuvo por la venta de los terrenos de Barakaldo lo reinvirtió en otras firmas del grupo Afer, entre ellas la constructora Fonorte, para obtener fondos con los que después "ayudar" a Iurbenor. Añadió que la constructora, en concurso de acreedores, tenía unas posibilidades de trabajo "brutales" y "credibilidad" como empresa entre las instituciones, hasta que la Diputación le retiró cuatro obras y anunció que rompía con el grupo empresarial. "Ese día nos mataron", manifestó.

Entre los testigos del caso también declaró ayer el expresidente del Athletic Fernando García Macua, quien consideró que Iurbenor se constituyó para un proyecto concreto y que la decisión de destinar las plusvalías a otras compañías del grupo Afer "carecía de lógica económica y empresarial". Precisó que su relación con el empresario estaba "absolutamente deteriorada" a principios de 2009, que dejó de trabajar para él como asesor tras comunicarle Fernández su cese como miembro del consejo de administración de Iurbenor y que, a partir de ahí, fue dimitiendo de todas las firmas en las que tenía cargo. Asimismo, señaló que en la toma de decisiones del grupo también Susana y Antonio, hermanos de Jabyer, "participaban" y "tenían voz".

Una versión contrapuesta a la que ofrecieron ante el juez los dos aludidos, quienes descartaron haber tenido una labor decisoria en las operaciones de la empresa, pese a ser copropietarios de Afer. Según justificaron, apenas tienen formación académica y se limitaban a firmar los documentos que les ponían delante y que, en su mayoría, fueron redactados por García Macua y su bufete de abogados. Susana concretó que el expresidente del Athletic era la "mano derecha" de Jabyer, con quien despachaba "de día y de noche". "Igual García Macua no estaba en la cocina, porque era más de salón, pero cortaba y pinchaba más que mi hermano", aseguró.

Hoy se celebra la segunda y última jornada del juicio, en la que se procederá con la presentación de las conclusiones de las partes. A partir de ahí, el juez, Marcos Bermúdez, tendrá que dictar sentencia en un proceso civil que sólo podría tener consecuencias patrimoniales para el empresario y sus dos hermanos, ya que la causa penal del caso, en la que está imputado el exmandatario rojiblanco, se sigue en otro juzgado.