Versificar ante el vacío
En uno de los momentos de este documental dirigido por Asier Altuna, una chica situada al borde de un escarpado precipicio se ofrece como imagen metafórica del bertsolari: un sujeto frente al vacío (o la inmensidad del lenguaje), sumido en el proceso interior de rescatar las palabras que, sujetas a unas inflexibles leyes de métrica y rima, le permitirán trenzar un fogonazo de belleza o profundidad sobre un tema recién recibido. La imagen apunta, también, al talón de Aquiles de la propuesta: un documental didáctico que nunca resiste la tentación de visualizar sus metáforas de manera algo candorosa, demasiado directa. En otros momentos, la misma figura será mostrada hundiéndose en el agua, mientras el público la contempla desde la orilla, y los planos de peatones con el movimiento invertido servirán para ilustrar el proceso de creación del bertsolari, que parte del verso final para construir a la inversa su poema.
BERTSOLARI
Dirección: Asier Altuna. Documental. España, 2011.
Duración: 90 minutos.
La película nunca resiste la tentación de visualizar sus metáforas
Tradición que hunde sus raíces antes de la existencia de testimonios escritos del euskera, el bertsolarismo es, por un lado, una seña de identidad cultural que apela a lo más poderoso, pero también a lo más frágil de una comunidad: su lengua. También es, como muestran las imágenes más sorprendentes del trabajo de Asier Altuna, un espectáculo de masas, capaz de llenar estadios y de generar una tensión colectiva -el pulso del poeta con el silencio antes de su recitado-, cuya transmisión al espectador, sin duda, era el mayor reto que tenía que afrontar el documental. Un reto no superado.
Bertsolari lanza ideas estimulantes al asociar origen y presente: ahí están las apasionadas intervenciones del antropólogo John Milles Folley al asociar la remota funcionalidad de esa tradición con lo que hoy llamamos software o las imágenes del poeta Andoni Egaña sometiéndose a la observación neurolingüística de sus sinapsis cerebrales.
Bertsolari tiene algo de esa vieja campaña de promoción turística del País Vasco que respondía al eslogan de "Ven y cuéntalo": empeñada en mostrar el alma sensible de un pueblo que el prejuicio cultural ha relacionado antes con la fuerza que con la lírica, envasa en un vacío poco problemático a su objeto de estudio.
Babelia
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