Susan Sarandon, guerrera a los 65
La comprometida actriz se vuelca ahora con el movimiento Occupy Wall Street
Hace dos semanas la oscarizada Susan Sarandon estaba tomando copas tranquilamente en un reservado de un bar neoyorquino cuando un español "algo borracho", según confesó más tarde, se saltó el cordón de terciopelo que suele separar a los famosos del común de los mortales, se situó frente a la actriz y le preguntó "¿Podemos hablar un momento?". Para su sorpresa, Sarandon respondió que sí y el joven, implicado activamente en el movimiento de los indignados neoyorquinos, la invitó a acudir a la plaza de la Libertad, en el distrito financiero de Nueva York, para que conociera y apoyara el movimiento Occupy Wall Street. "Como siempre ha sido una activista pensé que igual me escuchaba", confesaba días después este chico, que prefiere ocultar su nombre a este diario.
Y no se equivocaba. Tres días más tarde Sarandon hacía su primera visita al campamento y se pasaba más de una hora hablando con curiosidad con sus habitantes. Su presencia le dio un pequeño empujón mediático al movimiento, como cada vez que un famoso ha pisado la zona. Pero es que Sarandon, que esta semana cumplió 65 años, ha visitado muchos campos de batalla y no parece estar dispuesta a jubilarse en ese sentido. Desde que adquirió notoriedad en los años ochenta con películas como Las brujas de Eastwick, la actriz ha utilizado su fama para impulsar causas mayoritariamente de izquierdas. Viajó a Nicaragua para apoyar el derecho al aborto, habló a favor de los enfermos de sida cuando nadie en Hollywood se atrevía a hacerlo, y en 1999 fue nombrada embajadora de buena voluntad de la ONU, para la que lleva trabajando más de una década y con la que ha viajado varias veces a Haití tras el terremoto de 2010.
Durante las casi dos décadas que la protagonista de Thelma y Louise estuvo casada con el actor Tim Robbins, fueron una de las parejas más ubicuas en cualquier celebración con tintes de izquierdas. En los meses previos a la invasión de Irak, estuvieron en todos los encuentros y manifestaciones que se organizaron para repudiarla, y Sarandon fue una de las actrices que más hizo para que Hollywood mostrara su rechazo a la guerra. Tradicionalmente ha apoyado al partido demócrata, pero a veces ha ido más allá, como cuando apostó por el candidato verde Ralph Nader en 2000.
Sarandon también ha hablado contra el racismo, ha participado en anuncios para favorecer la tolerancia hacia gais y lesbianas, se dejó ver en las protestas de Wisconsin del pasado invierno, que sacaron a miles de vecinos de ese estado a la calle contra los recortes de la crisis y ahora ha hablado a favor de Occupy Wall Street. No obstante, ha celebrado sus 65 en la intimidad: un restaurante, su novio Jonathan Bricklin, también socio en su club de pimpón Spin, y unos tequilas.
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