López valora el autogobierno como la "casa común"
Advierte de que el Estado no satisfará "ninguna pretensión identitaria"
La plana mayor del Gobierno vasco y representantes de los principales partidos celebraron ayer en Gernika el 75º aniversario del primer Ejecutivo autónomo y su correspondiente Estatuto. Una efeméride que el actual lehendakari, Patxi López, aprovechó para reivindicar el autogobierno como la "casa común" y el espacio de "pactos entre vascos". Una consideración que ha esgrimido como bandera diferencial frente al nacionalismo desde su llegada a Ajuria Enea. "El autogobierno no consiste en trocear ni acumular competencias sin más, sino que supone una forma diferente de entender la convivencia", esgrimió en la Casa de Juntas.
López encabezó la celebración de un aniversario que, ajeno a la crispación política reinante, congregó en la histórica villa vizcaína a dos de los exlehendakaris: Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza. Juan José Ibarretxe excusó su ausencia por encontrarse en el extranjero. Ante representantes también de Bildu y destacados cargos del PNV como el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, el actual líder del Ejecutivo reconoció que el Estatuto "no dará plena satisfacción a ninguna pretensión identitaria", pero lo enarboló como "espacio de concordia" y reflejo de la pluralidad política vasca. Por este motivo, garantizó que su Gobierno lo seguirá defendiendo "sin divisiones ni enfrentamientos que fracturen a la sociedad".
"Euskadi está superando su pasado más terrible", cree el líder del Ejecutivo
Gernika acoge el acto oficial del 75º aniversario del primer Gobierno
En línea con su discurso de los últimos dos años, López defendió el marco estatutario como la fórmula política más adecuada para responder a las "diversas formas de entender pertenencias" y el autogobierno como "la forma moderna de dar respuesta a la esencia" de Euskadi. No obstante, lo definió como "heredero" del impulsado por el primer Gobierno autónomo en 1936. "Aquel Estatuto supuso un punto de encuentro nacido del acuerdo entre la convivencia de las diferentes tradiciones políticas vascas. La superación del viejo Estado, de nacionalidad única y anulador de su propia diversidad", ensalzó ayer.
A caballo entre el centralismo y la independencia, el autogobierno supone para López la fórmula idónea para construir una sociedad abierta que no se caracterice por sus "ciudadanos en serie", sino por dotarles de un ámbito de convivencia para que puedan mantener "su propia libertad e identidad". Aprovechó en ese punto de su intervención para recalcar que Euskadi vive hoy "asida a la esperanza de un nuevo tiempo de paz" y quiso homenajear a quienes han sufrido "marginación y persecución o incluso perdieron la vida por defender la democracia". "Hemos pagado un alto precio", lamentó el lehendakari, quien destacó, sin embargo, que el País Vasco está "dejando atrás su pasado más terrible; el de la violencia terrorista que pretendía imponer su proyecto totalitario".
"A cada generación le toca su propio tiempo y nosotros estamos, ahora, iniciando uno nuevo", señaló López, en una nueva muestra del convencimiento generalizado sobre que el final del terrorismo está más cerca que nunca. Una nueva etapa ante la que quiso homenajear a los "padres fundadores" del autogobierno, porque "en medio de la Guerra Civil supieron poner las bases de un país construido sobre valores". "A pesar de lo terrible del tiempo que les tocó vivir, supieron mirar al futuro y demostraron que se puede sumar, desde la diferencia, para hacer país", indicó. Una frase que resonó en plena polémica sobre la colaboración institucional demandada por el lehendakari a las Diputaciones para definir una política fiscal común y una lucha conjunta contra las duplicidades en materia de servicios públicos.
El líder del Ejecutivo autónomo puso el broche a una efeméride que justificó la celebración ayer, en Gernika, del tradicional Consejo de Gobierno que cada martes tiene lugar en Vitoria. En esta ocasión se llevó a cabo en la biblioteca de la Casa de Juntas, el mismo lugar en el que el primer lehendakari, José Antonio Aguirre, presidió la sesión inicial de su recién formado Gobierno vasco, en el que se aglutinaban distintas siglas. Quizá como reflejo de aquella pluralidad, el 75º aniversario congregó, entre consejeros, junteros y excargos, a destacadas personalidades de la política como los nacionalistas Juan María Atutxa, Iñaki Anasagasti y Javier Balza, o el socialista Txiki Benegas.
Ayuda a los 'euskaltegis'
El Gobierno vasco va a destinar más de 31,4 millones de euros a ayudas a los
euskaltegis
públicos y privados y centros homologados de autoaprendizaje por los cursos de euskera correspondientes al curso 2011-2012. En el Consejo de Gobierno celebrado ayer se dio la aprobación a sendas resoluciones, reguladoras de las condiciones para la concesión de las citadas ayudas.
En una de ellas, el Gobierno aprueba destinar 20,7 millones de euros a
euskaltegis
privados y centros homologados de autoaprendizaje de euskera. Según las mismas fuentes, estas ayudas propiciarán la euskaldunización de 28.000 estudiantes y la financiación del coste salarial de 1.200 trabajadores.
La otra resolución aprobada establece las condiciones para la concesión de subvenciones a los
públicos de titularidad municipal por los cursos de euskera impartidos en el curso 2011-2012, a cuya financiación se destinarán 10,7 millones de euros.
Por otra parte, también en el Consejo de Gobierno celebrado ayer fue aprobada la suscripción de un nuevo convenio de colaboración entre el Departamento de Interior, la Asociación de Municipios Vascos-Eudel y Emakunde para el desarrollo de la red de municipios vascos
Berdinsarea
por la igualdad y contra la violencia contra las mujeres.
Este acuerdo sirve para prorrogar el rubricado originalmente en 2005.
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