Feijóo logra la mitad de lo que prometió

En la semana en que autorizó la constitución del banco de Novacaixagalicia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sacó pecho en varias comparecencias públicas sobre el resultado de sus gestiones para incrementar el peso de la caja fusionada dentro de la futura entidad financiera. Subrayó que fue su intervención la que obligó al Banco de España a incrementar la valoración de Novacaixagalicia un 40% y concluyó que el peso de la entidad fusionada en el nuevo banco sería del 15%. Finalmente se quedó en el 6,84% después de que el regulador bancario rebajase el valor contable del banco de 1.714 millones a solo 181.

Según esa versión, la Consellería de Facenda habría amagado con acogerse al derecho de veto si no se atendían sus reclamaciones. El tira y afloja, contó entonces la Xunta, se prorrogó hasta la misma mañana en que los directivos estaban citados en el notario para firmar los papeles y llevar los estatutos al registro mercantil. Ayer y tras conocerse la valoración que el Banco de España hace de Novacaixagalicia, este diario intentó sin éxito recabar la versión del Gobierno gallego y conocer qué salvaguardas introdujo la Consellería de Facenda para lograr su objetivo del 15%.

La realidad es que el banco está autorizado y seguirá su camino con el actual baremo y que la supuesta amenaza de boicot se ha quedado en nada. Antes de que se conociese la decisión del regulador, el propio Feijóo aseguraba aún ayer que cualquier cifra que bajase del 15% no colmaría sus aspiraciones. Y cuando el Banco de España confirmó la noticia, el presidente cargó contra el organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Lamentó que la valoración de las cajas se haga en "un momento crítico" como lo demuestra la fallida salida a Bolsa de Loterías del Estado. Pese a ello, no dio por perdido su objetivo, pronosticó que Novacaixagalicia no se diluirá como pasó con otras entidades, y que aún puede llegar "al ámbito de ese porcentaje".

Tras asegurar que el 12% no es la cifra que le gusta a la Xunta aseguró que su Gobierno "no es responsable ni competente para hacer la valoración" y culpó al regulador de llevarla a cabo "de acuerdo con las leyes del Gobierno socialista". El presidente gallego eludió citar el supuesto últimatum que presuntamente dio hace dos semanas al Banco de España y a los gestores de las cajas con el argumento de que si se avenían a sus exigencias no autorizaría el banco. En sus argumentos lo acompañó su partido, que calificó de injusta la decisión del regulador y responsabilizó al Gobierno por sus "abruptas decisiones".