Vuelve el impuesto sobre el patrimonio

Creo que es un debate que, por decencia democrática, no debería ni plantearse en los términos que recogen algunos medios. No es el chocolate del loro. Es empezar por depurar la ambición de los que más tienen y menos contribuyen. Es también ver la cara real del PP, su abstención lo dice todo. Tira la piedra y esconde la mano.

A mí me parece no solo razonable sino que incluso es una vergüenza cuestionarse su oportunidad. Un euro es un euro; no hace tanto decíamos, tacita a tacita... Es una forma de introducir el compromiso social en quienes no comprenden ni su significado. Pero a mí lo que me indigna de verdad es el régimen fiscal de las SICAV: tributan un 1% y los accionistas pueden sacar dinero siempre que no superen la cantidad inicialmente invertida y no tributan, porque no se consideran ganancias. Ahí están los refugios de los poderosos. Es cierto que se pueden trasladar a las islas Caimán. Pues a por ellos, quiero decir, a por los paraísos fiscales, hay que eliminarlos y coordinar a nivel mundial estas grietas sangrantes del Estado de bienestar.