La llegada del satélite incontrolado se hace esperar
El impacto del observatorio espacial tuvo al mundo mirando al cielo
La entrada en la atmósfera terrestre del satélite incontrolado UARS, prevista para ayer, se retrasaba unas horas, y las previsiones de la NASA, siempre advirtiendo que se hacen con un margen de incertidumbre, fijaron la caída del artefacto, del tamaño de un autobús, en algún momento de hoy sábado, probablemente entre la madrugada y la mañana (hora peninsular). El Upper Atmosphere Research Satellite (UARS) cambió de orientación en las últimas horas y se ralentizó su descenso. Este es uno de los parámetros que determina la incertidumbre de los cálculos de órbitas, ya que el rozamiento con la alta atmósfera del artefacto varía dependiendo del área presentada frontalmente.
También modificó la NASA sus estimaciones acerca del territorio que estaría sobrevolando el artefacto en el momento clave, ya que había excluido Norteamérica, y ayer advirtió que ya no podía descartar Estados Unidos, pero matizando que la probabilidad era muy pequeña. El UARS estaba a 160 kilómetros de altura, y el límite que los expertos consideran para estimar la entrada en la atmósfera es 150 kilómetros.
La NASA perdió el control de este satélite científico en 2005, por lo que no pudo planificar su caída y dirigirlo hacia el Pacífico, como se ha hecho en otras ocasiones con equipos espaciales. Pero aún así, dado que la mayor parte de la superficie terrestre es agua, las predicciones indicaban ayer que muy probablemente caería en el océano Pacífico o, tal vez, en el Índico. Las autoridades navales y aéreas estaban constantemente informadas acerca del riesgo.
Eurocontrol, la organización que gestiona el tráfico aéreo en Europa, ha estado siguiendo la evolución del satélite ante la eventualidad de que pudiera afectar a algún vuelo. Pero los notam (avisos para aviadores) que se habían activado en algunos países europeos como Irlanda e Italia se cancelaron al cambiar las predicciones sobre la zona prevista de caída del UARS. Según la información disponible en la web de Eurocontrol en la tarde de ayer, "parece" que los restos (26 piezas, según la simulación) caerían y se diseminarían en el sureste de África, en un área de 926 kilómetros de largo por 370,4 de ancho, es decir, 342.990 kilómetros cuadrados, algo más que la superficie de Alemania, informa Lara Otero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.