El regreso del animal competitivo

Gerard Piqué no fue el jugador del Barcelona que más partidos jugó la pasada temporada (51, por los 55 de Keita), ni tampoco el que más minutos disputó (concretamente 4.182 por los 4.841 de Alves) y, por descontado, no alcanzó los registros goleadores de Messi ni recibió el Zamora, que honró a Valdés como el portero menos goleado del campeonato. Pero Piqué jugó tanto y tan bien que si el Barcelona ganó la Liga y la Copa de Europa fue porque él resultó determinante. Así lo reconoció Tito Vilanova al final del curso: "Sin Piqué, se nos caía el invento. Su temporada fue perfecta y tiene un mérito enorme".

En el fondo, quien más o quien menos en la ciudad deportiva del Barcelona sabía que era cuestión de tiempo que a Gerard Piqué le pasara factura el sacrificio. "Lo que hizo el año pasado fue increíble, tenía que petar", reconocen en los servicios médicos. Y petó. Primero, sintió molestias jugando con España ante Italia, en Bari y el 23 de agosto. Durante un entrenamiento, sufrió una rotura fibrilar en el gemelo de la pierna izquierda. El parte médico advirtió que estaría tres semanas de baja. Ha estado un mes. Ayer, a gritos, el Barcelona comunicó que ha recibido el alta para recibir hoy al Atlético (22.00, La Sexta y autonómicas).

"Se nota la mano de Manzano, será un partido fantástico", avisa Guardiola

El historial médico del central quedó impoluto en toda la pasada temporada, cuando se quedó solito por la lesión de Puyol, las constantes complicaciones físicas de Milito y la enfermedad de Abidal, al que Guardiola había convertido en central. Piqué, siempre valiente, se arremangó la zamarra y dio un paso adelante.

"Gerard es un animal competitivo. A más presión y más dificultad saca lo mejor de sí mismo", le reconoció ayer Guardiola, que celebró su retorno a la lista de convocados. "Es una muy buena noticia que tenga el alta. Es un jugador de un nivel muy grande pero hemos vivido un mes sin él como el año pasado subsistimos sin Puyi", admitió el técnico.

De hecho, Piqué ha jugado dos partidos en lo que va de curso, los dos de la Supercopa de España, y el Barcelona encajó cuatro goles contra el Madrid, dos en el Bernabéu y dos en el Camp Nou. Sin él, la media de goles encajados ha menguado: en seis partidos (cuatro de Liga, la Supercopa de Europa y el primero de la Champions) el Barça ha encajado seis goles, a uno de media.

Para el equipo, en cualquier caso, la presencia de Piqué ofrece mucho, al tapar y al poner en funcionamiento la circulación de balón. "Lo primero que tiene que hacer un defensa es defender, pero en el Barcelona es importante que sepa jugar y eso Piqué también lo tiene", dice Guardiola. Por lo que no apuesta el técnico es por la posibilidad de que el catalán le gane a Falcao, el delantero colombiano del Atlético, en el juego aéreo: "Me temo que a Falcao no le ganas una bola por alto".

Sea cual sea el dibujo defensivo del equipo, el barcelonés siempre suma. "Gerard puede jugar ya sea con tres, con cuatro o con cinco. Los sistemas todos son válidos, todos son buenos. Cuando pienso en cómo jugar pienso en cómo atacar, los conceptos defensivos son matices. Cambia qué hacemos para encontrar espacios para así atacar mejor", sigue Guardiola. Y en eso, Piqué también colabora.

Guardiola lamentó la lesión de Affelay - "es un drama lo de Ibi; está muy asustado", dijo sobre el holandés, que el jueves pisó un cono durante el entrenamiento y se rompió el ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda- y elogió al Atlético, un equipo que no ha perdido la buena contra que siempre le caracterizó, pero que ahora se asocia mejor, llena el campo por dentro y no es casualidad que marque muchos goles y solo haya encajado uno en cuatro encuentros: "Se nota la mano de Manzano, será un buen espectáculo. Si la gente viene, verá un partido fantástico".