La llegada del cercanías al aeropuerto allana el camino a la alta velocidad

Hace poco más de tres años que la línea C-1 desapareció de la red de Cercanías de Madrid, cuando las estaciones que cubría, entre Cantoblanco Universidad y Alcalá de Henares, se transfirieron a la línea C-2. Hasta ayer. La ampliación de la red a la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas se ganó ese hueco huérfano en el plano. La nueva C-1 - y sus 38 minutos de tren entre Príncipe Pío y la T-4- lleva hoy a los primeros viajeros al aeropuerto, y viceversa, por 2,15 euros.

Desde esta madrugada se puede llegar a Barajas en cualquier tipo de transporte público: metro, bus, cercanías -solo a la T-4- y taxi. El nuevo tren allana además el camino para la futura llegada del AVE al aeropuerto, al incluir tres vías y un sistema eléctrico que posibilita la circulación de la alta velocidad. Para eso habrá que esperar hasta el 2012, tres años antes de lo previsto, ya que cuando el Ministerio de Fomento anunció la obra en el año 2009 estimaba que no estaría terminada antes de 2015.

La inauguración de ayer traía un cierto retraso -estaba anunciada para 2010-, pero en el acto no hubo espacio para los reproches. "Inteligente apuesta, éxito absoluto, magnífica noticia". Faltaron adjetivos para tanto elogio.La presidenta regional, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se repartieron a partes iguales los halagos al ministro de Fomento, José Blanco. Un empacho de cariño que a veces sonó a despedida, y no solo porque fuera el último acto institucional de Blanco esta legislatura. "Ministro, hoy cumplís un compromiso y dejáis las infraestructuras hechas para cuando la gran obra [la conexión con el AVE] sea una realidad", le llegó a decir Gallardón.

Blanco, que devolvió el intercambio de guiños, trató de cambiar el adiós por un hasta luego y entre risas dijo que espera que Alfredo Pérez Rubalcaba le vuelva a hacer ministro y que a partir de las elecciones siga el "clima de concordia" que siempre ha tenido con su "amiga presidenta" y el alcalde de Madrid.

Su "amiga" había aprovechado su comparecencia de por la mañana tras el Consejo de Gobierno para lamentar que el nuevo tramo sea "el único cumplimiento" del Plan de Cercanías y Ferrocarriles que presentó "por séptima vez" Blanco a su llegada a Fomento en 2009. "Acudí a la presentación con mi mejor sonrisa, dije que creía que esta vez se iba a hacer, pero desgraciadamente solo se ha hecho este ramal, que ya estaba iniciado en tiempos de la anterior ministra [Magdalena Álvarez]", añadió.

Blanco ignoró por la tarde las críticas, pero recordó los esfuerzos que ha hecho el Gobierno en la Comunidad de Madrid. Fomento ha invertido en las obras, que comenzaron en 2007, 218,3 millones de euros en los 8,8 kilómetros de longitud -más de la mitad, túneles- construidos entre Chamartín y la terminal.

Con esas nuevas estaciones, la línea C-1 hará paradas en Príncipe Pío, Pirámides, Delicias, Méndez Álvaro, Atocha, Recoletos, Nuevos Ministerios, Chamartín, Fuente de la Mora (inaugurada en marzo para dar servicio a los nuevos barrios de Sanchinarro y Las Tablas), Valdebebas (aún en construcción, y que prestará servicio al nuevo desarrollo urbanístico, a la ampliación de los recintos feriales de IFEMA, a la Ciudad Deportiva del Real Madrid y a la futura Ciudad de la Justicia) y Aeropuerto T-4.

El alcalde fue el que se mostró más orgulloso de la obra al asegurar que "hoy [por ayer] entra en Barajas el potencial de la alta velocidad". Gallardón destacó que los madrileños le deben al aeropuerto el 11% del PIB que genera Madrid. "El triángulo de actividad en Atocha, Chamartín y Barajas será uno de los focos de actividad más importantes de la ciudad", auguró.

Durante el discurso de Gallardón, Aguirre y Blanco no pararon de hacerse confidencias, aunque poco antes ya habían compartido 18 minutos de charla en el trayecto que los llevó desde Nuevos Ministerios hasta la terminal en justo el tiempo estimado (aunque sin paradas). La previsión entre Atocha y la terminal es de 25 minutos, y desde Chamartín de 11. Renfe pondrá en circulación un tren cada media hora, y se habilitarán autobuses gratuitos a las otras tres terminales. El servicio comenzará a las 5.15 desde Príncipe Pío y terminará a las 00.15 desde el aeropuerto.

Los convoyes de cercanías pararán en paralelo a los de metro, porque cuando se construyó la terminal ya estaba planeado que llegaría este día. El próximo paso, si la economía lo permite, será ir a Barajas en AVE.

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