Comienza una Mercè de colores
Barcelona ha comenzado su fiesta mayor. Ayer, al pregón de Joaquim Maria Puyal, en el que repasó los últimos 60 años de la ciudad, exigió compromiso a los políticos y se quejó de la destrucción de patrimonio urbano y ciudadano, le siguió la fiesta en la calle. Este año, a las múltiples actuaciones y actos festivos se suma una novedad: cada noche, tras la caída de la tarde, la sede del Ayuntamiento cobra una vida especial. El creador Franc Aleu ha diseñado unas proyecciones en tres dimensiones que tendrán como pantalla la fachada del Consistorio. Comecocos corriendo arriba y abajo, un millón gigante o una hiedra y un estallido de flores convirtieron ayer las piedras centenarias en un caleidoscopio de brillante luz y color. Por delante quedan tres intensos días de fiesta para todos los gustos: para mayores y pequeños, para melómanos clásicos y roqueros, para barcelonins y forasteros.
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