HP ficha a Meg Whitman

Hewlett-Packard (HP) acaba de proceder otro cambio de mando, el tercero en los últimos seis años y medio. Al frente del fabricante de ordenadores se pone Meg Whitman, una vieja conocida en Silicon Valley tras el éxito del portal de subastas eBay. Sustituye a Leo Apotheker, que no lleva cumplido un año como consejero delegado. Ray Lane asume la presidencia.

HP apuesta de nuevo por alguien de fuera de la compañía para intentar revitalizar en la nueva era digital, cada vez más dominada por la computación móvil. Pero Whitman, que ocupa desde comienzos de año un puesto en el Consejo de Administración, conoce bien los desafíos a los que se enfrenta. Es la segunda mujer que dirije este gigante tecnológico tras Carly Fiorina.

El relevo se produce además un mes después de que Apotheker anunciara un drástico plan de reestructuración, que podría llevarle a separar el negocio de ordenadores personales. Esta semana, varios medios publicaban que el consejo de la empresa estaba reconsiderando la misma. Al final no ha sido así. Whitman ha confirmado la estrategia de su predecesor tanto en la separación de la unidad de ordenadores como en la compra de Autonomy. Esta confirmación ha hecho surgir una pregunta en algunos analistas: ¿si no hay cambios porque se ha echado a Apotheker?

A Apotheker se le achacaba los planes de compra de una empresa británica de software, Autonomy, por un precio excesivo según los analistas (10.000 millones de dólares), el abandono del sistema operartivo WebOs y del desarrollo de tabletas apenas unos meses después de comprar Palm, la propietaria del mismo, y la anunciada separación del negocio de ordenadores personales que ha provocado un llamativo descenso en la cotización de la compañía (una caída del 47%).

HP no parece tener mucha suerte con sus últimos presidentes. El predecesor de Apotheker, Mark Hurd fichó como copresidente de Oracle. HP presentó una demanda que se cerró con un pacto entre ambas compañías por el que Hurd renunció a los más de 13 millones de dólares que tenía en acciones de HP. Hurd asumió sus obligaciones de proteger las informaciones confidenciales que tuviera de HP en el cumplimiento de sus tareas en el seno de Oracle. Mark Hurd tuvo que dejar la dirección ejecutiva de HP a raíz de un escándalo sexual. HP concluyó que Hurd había violado el código de conducta de la compañía debido a su relación con una exactriz que realizaba tareas de mercadotecnia de la empresa.