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Reportaje:

La abuela desesperante

Buena acogida a 'Urte berri on amona' en su estreno en Zinemaldia - Telmo Esnal retrata la sumisión de una familia a una anciana

Los platos rotos. La muestra, organizada por el Museo Arqueológico vizcaíno, busca dar a conocer cómo los fragmentos de cerámica encontrados en las excavaciones arqueológicas ayudan a conocer el pasado. Se exhiben materiales encontrados en las tres provincias vascas y Navarra. Abierta hasta el próximo 30 de septiembre.

Martes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.30. Sábados, de 10.00 a 14.00. Domingos y festivos, de 11.00 a 14.00. Museo Bibat. Cuchillería, 54. Vitoria.

Urte berri on amona! (¡Feliz año nuevo, abuela!) se estrenó ayer en el Zinemaldia, dentro de la sección Zabaltegi Nuevos Directores, con muy buena acogida. La cinta, primer trabajo en solitario de Telmo Esnal, fue recibida con aplausos en el pase de prensa y despertó carcajadas y muecas de sorpresa por sus giros argumentales. El trabajo retrata la sumisión de una familia a los caprichos o consecuencias de la vejez, según se mire, de Mari, la abuela, interpretada por Montserrat Carulla.

El director compite en Nuevos Directores con su primer filme en solitario
Montserrat Carulla dibuja a la protagonista con simples miradas y gestos

Esnal se estrenó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en 2005 con muy buen pie. Entonces, Aupa Etxebeste!, codirigida con su compañero y amigo Asier Altuna, ganó el Premio de la Juventud. Su nuevo proyecto ha tardado todo este tiempo en salir a la luz. "Llegó un momento en el que me tuve que forzar a mí mismo. Me decía por qué no te atreves y salté al charco". El impulso, reconoce, también vino de una subvención que recibió y de la obligación de cumplir con ellas.

Seis años de espera a pesar de un par de meses después de su buen recibimiento en el Zinemaldia ya comenzó a concebir Urte berri on amona! "Unos allegados tenían una abuela que reclamaba constantemente la atención de su hija y, en cambio, cuando se quedaba sola, era perfectamente capaz de valerse por sí misma", explica Esnal. La situación provocó en el director dos preguntas: la primera, el porqué -"¿Qué está mal en su cabeza para maltratar así a su hija?", recuerda- y la segunda, qué haría él si se encontrase en la misma situación.

Carulla consigue con una simple mirada y un gesto -apenas pronuncia un par de "me quieren matar" y bastantes "Maritxu", el estridente grito con el que llama a su hija-, dibujar a una abuela a ratos tierna y muchas veces desesperante. "Trabajé mucho con todos los personajes, excepto con Montserrat. Tenía claro que quería que fuera un personaje ambiguo, que al principio diera pena y que el espectador no terminara de entender muy bien qué le pasa", explica el director. El resto lo dejó en manos de la propia actriz. "Lo entendió a la perfección. Le pregunté: '¿Qué crees que es, buena o mala'. Respondió: 'Mala'. Pues ya está, perfecto", agrega el realizador.

El resto de personajes, familiares directos y accidentales, se dividen en dos bandos. Sobre las mujeres, la hija -Maritxu, interpretada por Kontxu Odriozola- y la nieta -Miren, encarnada por Nagore Aranburu- de la protagonista recae el peso principal de lidiar con la amona y representan, según Esnal, "la fuerza, la racionalidad". Frente a ellas, los hombres -el yerno, Joxemari, interpretado por Pedro Otaegi, y el marido de la nieta, Kintxo, encarnado por Josean Bengoetxea- son los primeros que traman cómo deshacerse de la abuela, pero también los menos resolutivos y torpes. Más información en la página 37

El realizador Telmo Esnal, ayer en San Sebastián.
El realizador Telmo Esnal, ayer en San Sebastián.JESÚS URIARTE

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