Ahorros que alimentan proyectos ético-sociales
El origen de la cooperativa de servicios financieros Coop 57 se remonta a los últimos 57 trabajadores de la editorial Bruguera, que a finales de los ochenta destinaron su indemnización a tres proyectos. Uno, en Nicaragua; otro, del Sindicato de Obreros del Campo, y el tercero, un fondo de financiación de proyectos sociales. El proyecto ha crecido y actualmente tiene 380 entidades asociadas y 1.700 personas: de todas ellas recoge el ahorro y lo reinvierte en financiar economía social. El año pasado cerró con ocho millones de euros de aportaciones y seis millones en préstamos. Tienen implantación en Cataluña, Andalucía, Madrid, Aragón y Galicia.
El director adjunto de Coop 57, Raimon Gassiot, explica que la cooperativa no financia cualquier proyecto. Excluyen las sociedades mercantiles y someten a un filtro "ético-social" los proyectos que les piden financiación. "Evaluamos cuestiones como la aportación que hacen al territorio, que creen puestos de trabajo estables y de calidad, que su actividad no tenga impacto negativo y que los beneficios, si los hay, se repartan de forma equitativa".