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Campos y Betoret, condenados por el caso de los trajes

Los altos cargos de Camps deberán pagar 9.600 euros y devolver la ropa

Ignacio Zafra

El caso Gürtel, el mayor escándalo de corrupción política destapado en España en democracia, entró ayer en el capítulo de las condenas. El Tribunal Superior de Justicia valenciano declaró culpables de aceptar sobornos a Víctor Campos, número dos en el Gobierno del expresidente Francisco Camps, y a Rafael Betoret, jefe de gabinete de la Consejería de Turismo en el mismo periodo.

El fallo no resultó sorprendente porque ambos confesaron en julio. Pero estableció la mecánica que siguió la trama mafiosa liderada por Francisco Correa para "ganarse el favor" de cargos públicos con capacidad para tomar decisiones sobre materias en las que la red "mantenía importantes intereses económicos". Hace difícil pensar que los otros dos imputados en el caso de los trajes, Camps y Ricardo Costa, puedan escapar a la misma suerte. Y cierra una trayectoria procesal en la que más de una decena de magistrados han considerado al tribunal valenciano competente para conocer los hechos, frente al último intento de la defensa de Camps de trasladar la causa al Supremo.

La sentencia condena a Campos y Betoret a pagar 9.600 euros cada uno, además de a entregar las prendas de ropa recibidas o su valor. En el caso del exvicepresidente, este asciende a 5.529 euros. En el del exjefe de gabinete, a 13.499 euros. El juez Juan Climent recuerda que se les castiga con arreglo al Código Penal vigente en el momento de los hechos, por ser más favorable a los reos. La redacción actual prevé para el mismo delito entre seis meses y un año de cárcel y suspensión de empleo o cargo público de uno a tres años.

La fecha del juicio contra Camps y Costa se conocerá antes de dos semanas, según señalaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia valenciano citadas por Efe. El 20 de julio, cinco días después de que el juez José Flors dictara el demoledor auto en el que ordenó la apertura del juicio oral, avalando las tesis de la Fiscalía Anticorrupción y la acusación socialista, Campos y Betoret decidieron ahorrarse el circo en el que previsiblemente se convertirían las sesiones ante el Tribunal del Jurado declarándose culpables. El abogado de Camps, Javier Boix, también llegó a presentar la confesión de su cliente. En el último momento, sin embargo, Camps se echó atrás, dimitió y decidió afrontar el juicio, a pesar de que la evolución de los acontecimientos había dejado su línea de defensa muy debilitada.

La sentencia señala que los cabecillas de Gürtel, Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, El Bigotes, hicieron los regalos "con el fin de ganarse la amistad, el mejor trato y el favor" de diversos cargos públicos. Y que Campos y Betoret los aceptaron sabiendo que se los daban "en reiterada consideración" a su puesto, "desde el que podían tomar decisiones" o influir en asuntos en los que la red tenía intereses. La trama obtuvo casi ocho millones de euros de la Generalitat en contratos, entre otros supuestos beneficios irregulares.

Víctor Campos saluda a Francisco Camps en una imagen de archivo.
Víctor Campos saluda a Francisco Camps en una imagen de archivo.CARLES FRANCESC
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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.
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