La red Cases de la Música reclama una cobertura legal para 'amateurs'

Quizá sean desconocidas para el público barcelonés, pero las Cases de la Música son cinco centros de diferentes ciudades catalanas (Salt-Girona, L'Hospitalet de Llobregat, Manresa, Mataró y Terrassa) que se ocupan de programar actuaciones de música, pero también de formar músicos. Se consideran un "proyecto sociomusical pionero en Europa", según apuntó ayer el coordinador del proyecto, Jordi Herreruela. De hecho, llevan más de cinco años en funcionamiento y toman el pulso de la música catalana en primera persona.

Pero quizá no han salido demasiado de sus ámbitos locales, a pesar de que su modelo se ha copiado en Euskadi y se está exportando al Rosellón. Pero eso cambia: en la edición de este año del Mercat de Música Viva de Vic (Osona), que se celebrará entre el 14 y el 18 de septiembre, Cases de la Música quiere dar a conocer su proyecto a diferentes asociaciones de profesionales como la Asociación de Músicos de Cataluña, la asociación de representantes y MusiCat para poder iniciar los trámites para constituir esta federación. Además del fomento de la actividad musical, Cases de la Música quiere aprovechar para ofrecer más y mejores servicios a los músicos y "llenar un vacío legal".

Y parece que esta iniciativa cuenta con la complicidad de la Generalitat. El delegado de Música del Gobierno catalán, Albert Bardolet, coincidió ayer, ante las palabras de Herreruela, en la necesidad de que se apoye a los músicos no profesionales al ser cada vez más en Cataluña y actuar en más salas. En su opinión, la prioridad pasa por la promulgación de una nueva Ley de la Música de Cataluña, que podría estar aprobada a finales de la legislatura, para regular "el mundo amateur".