Príncipes de la concordia
Cuando todo apuntaba a que ya nadie se acordaría de ellos, que su causa quedaría relegada al olvido, y su lucha infatigable y generosa pasaría finalmente por alto entre el tumultuoso trajín de los días y de un tiempo que devora a todos y todo lo que se cruza en su camino, los héroes de Fukushima acaban de recibir un gran reconocimiento al habérseles concedido el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
Esta es sin lugar a dudas una extraordinaria noticia y supone reavivar, como se merece, el recuerdo de decenas de valientes que trabajaron de una manera firme y constante en su misión por contener el desastre nuclear provocado por el tsunami en la central de Fukushima, poniendo además en riesgo extremo su vida en tal empeño. Su gesto de generosidad sin límite alguno debería resultar inolvidable, y este premio lo que viene a simbolizar es una clara muestra de agradecimiento a su valor, a su total entrega, y convierte al tiempo a estos samuráis, ahora y para siempre, en príncipes de la concordia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.