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Reportaje:

Desfile de cuerpos 'serranos'

Ríos de 'fashionistas' ocasionales hacen cola para entrar a las tiendas más exclusivas de la Milla de Oro

Las aceras del barrio de Salamanca se convirtieron ayer en una especie de pasarela ciudadana para miles de jóvenes ataviadas con sus mejores galas. Vestidos, bolsos clutch y tacones que no bajaban de los 10 centímetros desfilaron por las baldosas de la calle de Serrano, José Ortega y Gasset o Claudio Coello entrando de tienda en tienda. Como reclamo, la posibilidad de entrar sin vergüenza a tiendas de lujo que están acostumbradas a clientes con más poder adquisitivo. El éxito, los pequeños obsequios que algunas tiendas ofrecían para atraer a los visitantes. Pocos se decidieron a pagar. Quien se puede permitir un bolso, una joya o unos zapatos prefiere otro día para las compras cuando no haya tantas colas, según cuentan en lujosas boutiques como Chanel o Tiffany&CO. La tercera edición de la Fashion's Night Out volvió a ser un evento más bien de mírame y no me toques. "Estamos de excursión", comentaban Rosana Berg y Yasmina Najib, dos jóvenes que reconocen que hay otras tiendas donde "comprar más barato" prendas inspiradas en alta costura.

La cola para entrar en la tienda de Chanel era de más de una hora

La noche de la moda, organizada por la revista Vogue, convirtió, por ejemplo, Tiffany&CO en una discoteca ochentera con dj al ritmo del tema In the navy. Entrar en Chanel era cuestión de paciencia. La mayoría tuvo que esperar más de una hora para poder acceder y tomarse una copa de champán y un canapé de "pan de cristal con jamón y tomate". Pero Pilar, María y Gema tenía un conocido en el interior que les ahorró la espera. La mujer y sus dos hijas llevaban vestidos y se habían arreglado para la ocasión. Dos blogueros de moda les habían hecho fotos.

Aunque pocas, también había chicas con la intención de llevarse algún capricho. Hay ediciones limitadas de algunas colecciones que eran el objetivo de Ali García, una estudiante de 23 años de Derecho y Administración de empresas. También se había arreglado para la ocasión con sus dos amigas. "Nos hemos mandado fotos por what'sApp (una popular aplicación para móviles que ahorra el coste del SMS) con los rulos puestos", aclaraba Mercedes Trillo. Era la primera vez que participaban en el evento y el padre de una de ellas les había dejado el Porsche para llegar. Las tres hacían cola para hacerse una foto para salir en la web de Vogue y, con un poco de suerte, llevarse alguno de los premios que la revista otorgaba a las más despampanantes de la noche.

Para las grandes marcas, el objetivo de la iniciativa no es un aumento de ventas porque "el que quiere venir a Chanel, viene a Chanel", comentaba la encargada de la tienda de Ortega y Gasset, Paloma Bienvenida. Otros comercios estaban aprovechando el evento para atraer más clientes con descuentos y regalos. "En cuestión de gente, está siendo espectacular", afirmaba Jesús Ripoll, director de operaciones de la perfumería Bodybell. La noche de la moda es un empujoncito para estos establecimientos, que aún se resienten de las pérdidas que les supuso casi dos años de obras de remodelación en la calle de Serrano, que terminaron el año pasado por estas fechas. "Hemos crecido pero no hemos recuperado el nivel de ventas de antes de las obras", comentaba Ripoll.

El reclamo del lujo accesible reunió en el entorno de la calle de Serrano a miles de personas que desfilaron por muchos de sus establecimientos.
El reclamo del lujo accesible reunió en el entorno de la calle de Serrano a miles de personas que desfilaron por muchos de sus establecimientos.BERNARDO PÉREZ
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