PSOE y PP se atascan con la exclusividad de los alcaldes

El PP está decidido a agotar todos sus cartuchos para evitar que PSOE e IU cambien la Ley Electoral y establezcan la incompatibilidad de los cargos de alcalde y diputado. Los populares tienen 16 regidores con este doble cometido y si -como han advertido ya los socialistas-, la reforma sale adelante, se verán en la tesitura de tener que elegir entre una cosa u otra después de las elecciones andaluzas de marzo. Aunque llevan semanas anunciando acciones legales, e incluso acudir al Tribunal Constitucional, hasta ahora el único paso que han dado es intentar impedir mediante un recurso parlamentario que la iniciativa llegue al pleno de la semana próxima. Sin éxito.

Se trata de un escrito en contra de la medida, firmado por los 16 alcaldes-diputados, cuya intención, en realidad, era paralizar el trámite de la iniciativa y ganar tiempo, en tanto se resolvía. Sin embargo, la Mesa de la Cámara interpretó que el Reglamento parlamentario no afecta a los trámites en el exterior (la conformidad del Gobierno), por lo que ayer, una vez desestimado el recurso, la modificación de la ley Electoral sobre la incompatibilidad entró a tiempo para discutirse el miércoles que viene con todos los visos legales.

Prioridad

Según sostienen fuentes de PSOE y PP, la exclusividad de los alcaldes es el único escollo de fuste que bloquea la aprobación por consenso de las nuevas medidas de transparencia y calidad democrática. Es cierto que tanto un partido como otro han introducido en sus proposiciones de ley un paquete de iniciativas que, fundamentalmente, persiguen meter el dedo en el ojo a su adversario. Han sido pensadas para servir como elemento de negociación (que se puede en última instancia eliminar) y no son una prioridad. Pero la incompatibilidad de los alcaldes sí. Los socialistas han exportado la idea a la campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba y creen que es un ejemplo gráfico ante los ciudadanos en tiempos de crisis.

En el caso de que el PP emprenda acciones legales, en el partido de Javier Arenas saben que es muy difícil que los recursos prosperen, habida cuenta de que la incompatibilidad de alcalde y diputado funciona desde hace años en otras comunidades sin problemas. Y la más reseñable es precisamente Galicia, donde se auspició bajo el mandato y el impulso de Manuel Fraga.