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El PP debate una "gran reforma fiscal" para paliar la caída de ingresos

Los populares flexibilizarán el despido y la negociación colectiva - Rato participa en el primer foro programático del partido, centrado en empleo

Carlos E. Cué

En el PP ya apenas se discute el programa electoral. Lo está rematando Baudilio Tomé, pero diversas fuentes coinciden en que será lo suficientemente ambiguo como para no generar muchas polémicas. Los populares ya han superado esa fase. Ahora el debate en la cúpula está en otro lugar: no en qué anunciar en campaña para ganar unas elecciones que dan por ganadas, sino qué hacer al llegar a La Moncloa. Y ahí, las discusiones son muy profundas y no hay nada claro.

Cristóbal Montoro introdujo ayer un nuevo elemento que, según explicó en un encuentro con periodistas, está en pleno debate dentro del PP: lo que definió como una "gran reforma fiscal". El desplome de la recaudación, especialmente en el impuesto de sociedades, preocupa mucho a Rajoy y al PP. Los populares ya han dejado de hablar de bajadas de impuestos como hacían el año pasado. Hablan de ayudar a los emprendedores, pero el foco ya no está en una bajada. Al margen de estrategias electorales para contrastar con el PSOE y de batallas ideológicas en su electorado, las personas influyentes en Rajoy del mundo de la economía saben que la situación es tan grave que apenas hay margen para bajar nada. Al menos por ahora.

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Montoro no aclaró en qué consistiría esa "gran reforma fiscal", pero tanto él como Álvaro Nadal, presente en el encuentro, apuntaron que la bajada de los ingresos hace necesaria "una reforma bastante completa para tener un sistema tributario más eficiente que pueda repartir mejor las cargas tributarias". Incluido un replanteamiento del impuesto clave y más universal: el IRPF. El PP insiste en la idea de que "hay que repartir los costes de la salida de la crisis", en palabras de Montoro, aunque aún no aclara cómo. Este fin de semana, en la primera de las cuatro reuniones programáticas que ha organizado el PP en Las Palmas de Gran Canaria y centrada en el empleo, se darán más detalles. Allí estará, de forma muy simbólica, Rodrigo Rato, presidente de Bankia, adonde llegó gracias al apoyo de Rajoy, y exvicepresidente económico del Gobierno de Aznar. Ya fue sonada su presencia en la exitosa noche electoral de las autonómicas en Génova, 13.

Montoro y Nadal hablan, sin concretar demasiado, de "ensanchar las bases imponibles" y reformular deducciones y demás, especialmente en sociedades. Los dos explican que España ha perdido en la crisis casi siete puntos de PIB en presión fiscal, mientras la media europea es de un punto, algo que achacan al desplome de la actividad, por lo que la clave es recuperarla.

En el PP no se descarta que el Gobierno actual suba el IVA, algo que no les gusta, o los impuestos especiales para hacer frente al desplome. Si no lo hace, ellos insisten en que no tienen intenciones de hacerlo, pero nadie en el partido descarta nada. De hecho, en 1996, el PP ya subió los tributos especiales. Ni siquiera se descarta del todo un impuesto para grandes fortunas, a la francesa, aunque a nadie en el PP le gusta y critican al PSOE por proponerlo tras haber eliminado el de patrimonio. Creen que las grandes fortunas siempre logran escapar. Pese a las críticas, en el PP descartan prácticamente bajar los impuestos que el PSOE ha subido o eliminar los que pueda crear. La Unión Europea presiona además para subir algunos impuestos.

La situación es muy complicada. La recaudación del impuesto de sociedades ha vuelto a caer, después de varios desplomes. Los últimos datos, de julio, indican que en la primera mitad de 2011 ha caído un 23% sobre un año muy malo como 2011. La recaudación está ya en niveles de 2000.

Algunos cálculos internos del PP señalan que si sigue así Rajoy va a tener que hacer en 2012 un recorte de entre 30.000 y 35.000 millones de euros para cumplir el objetivo del 4,4% de déficit a finales de año -el recorte de 2010, tan polémico, fue de 10.000 millones-. Es imposible hacer eso sin tocar gasto social y provocar un grave conflicto en la calle si no empieza la recuperación y crece la recaudación, señalan fuentes del PP. Por eso otras personas influyentes que asesoran a Rajoy creen que la clave no es tocar los impuestos. Hay mucho debate interno y el líder no tiene nada decidido aún.

La prioridad absoluta de Rajoy parece estar colocada en una gran reforma laboral más dura y profunda que la del PSOE que flexibilice el mercado, con un contrato único para abaratar el despido y acabar con el modelo dual, reformando la negociación colectiva para dar más poder a los empresarios y eliminar convenios sectoriales o provinciales, facilitando aún más contratos baratos para jóvenes.

Ana Mato, directora de campaña del PP, durante la presentación del lema del partido.
Ana Mato, directora de campaña del PP, durante la presentación del lema del partido.DIEGO CRESPO

El desplome

- Una bajada del 23%. La caída del impuesto de sociedades ha sido del 23% hasta julio. En 2010 ya cayó un 15% sobre 2009 y se quedó en 16.200 millones. El IRPF, gracias a la eliminación de los 400 euros, creció un 5,2% hasta julio y el IVA creció solo un 3,2%, frente a un 46% del año pasado.

- Cálculos muy pesimistas. La evolución de la recaudación lleva al PP a concluir que Rajoy tendrá que hacer un recorte de hasta 30.000 millones si la economía no se recupera.

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