De Alfonso quiere que Cataluña sea modelo contra la corrupción

El exmagistrado Daniel de Alfonso tomó ayer posesión como director de la Oficina Antifraude (OAC) proponiéndose que Cataluña se convierta en una referencia "mundial" en la lucha contra la corrupción. Ese fue el resto que lanzó y que dependerá, entre otras cosas, de su trabajo al frente de una institución que llevaba paralizada casi ocho meses tras el fallecimiento del exfiscal David Martínez Madero.

El perfil profesional de De Alfonso poco tiene que ver con el de su predecesor, pues durante los largos años que ambos vistieron la toga uno impartió justicia y el otro persiguió la delincuencia, especialmente la de cuello blanco. El desbloqueo de la OAC permitirá reactivar la investigación pendiente de diversos asuntos e impulsar las nuevas denuncias que se presenten.

De Alfonso llegó ayer al Parlament acompañado del director de análisis de la OAC, Carles Quílez, y al acto oficial de toma de posesión asistieron representantes de todos los grupos, a excepción de ERC y de Solidaritat. Los primeros se abstuvieron en la votación del nombramiento, igual que ICV-EUiA, y los independentistas votaron en contra.

En su breve discurso, De Alfonso anunció también que propondrá el nombre de Albert Batlle para el cargo de subdirector de la oficina que siempre estuvo vacante. Batlle fue secretario de servicios penitenciarios durante los siete años de los dos Gobiernos de izquierdas. Su nombre está avalado por CiU, que, a su vez, propondrá otras personas de consenso para cargos menores de la oficina que han de renovarse en las próximas semanas.

Núria de Gispert, presidenta del Parlament, del que depende la OAC, reclamó a De Alfonso "ilusión y trabajo" y aseguró que en los grupos políticos tendrá "colaboradores, no contrarios". También le recordó que "sabe perfectamente dónde va, nadie le ha traído engañado".