La izquierda 'abertzale' insiste en pedir pasos al Gobierno para el final de ETA

La izquierda abertzale mantiene que ya ha hecho los deberes al conseguir que ETA declarase un "alto el fuego" y que ahora la pelota está en el tejado del Gobierno, que ha dejado claro que no hará gestos hacia la banda ni establecerá conversaciones con esta mientras no anuncie su final definitivo y sin condiciones. La antigua Batasuna insistió ayer en poner la presión sobre el Ejecutivo, acusándole de no dar "ni un solo paso en la dirección constructiva que se le pedía en las declaraciones de Bruselas y Gernika. Tiene en su mano la verificación del alto el fuego y no lo hace", recalcó Txelui Moreno en Bilbao, en una conferencia de prensa en la que eludieron concretar si esperan un comunicado de ETA en fechas próximas.

Piden a PSOE y PP que dejen de pensar en "vencedores y vencidos"

Cuando se cumple justo un año del anuncio del cese de las "acciones armadas ofensivas" de la banda, refrendado en enero con un "alto el fuego permanente de carácter general" y "verificable internacionalmente" a través de los mediadores encabezados por el abogado sudafricano Brian Currin, la izquierda abertzale instó al PSOE y al PP a llegar a acuerdos para abandonar la "pretención belicista de establecer fotos de vencedores y vencidos".

"ETA ya ha dado unos pasos concretos y determinados, la izquierda abertzale ha dado unos pasos concretos y determinados. La sociedad vasca está demandando que esto vaya hacia delante", argumentó Moreno. "Si la otra parte no se mueve, creo que la sociedad va a hacer que se muevan el PSOE y el PP", añadió. La ex-Batasuna considera "imprescindible" la legalización de su nueva marca electoral, Sortu, pendiente de un recurso ante el Tribunal Constitucional, así como el cese de la supuesta "estrategia de criminalización" contra la izquierda abertzale, que ha regresado a las instituciones vascas a través de la coalición Bildu.

Moreno instó al Ejecutivo a negociar con la banda una solución colectiva para los presos etarras, el regreso de los "refugiados" y el desmantelamiento de las "estructuras militares". "El Estado español es plenamente consciente de que su problema no es ni con ETA ni con la izquierda abertzale, el problema del Estado es con una mayoría de la sociedad de Euskal Herria que desea detentar la capacidad de decidir su futuro sin injerencias de nadie", opinó Moreno.

La ex-Batasuna se muestra reacia a que los presos busquen una salida individual a su situación -reconociendo el daño causado, asumiendo la responsabilidad civil y desmarcándose definitivamente de la disciplina de la banda los presos pueden acogerse a los beneficios penitenciarios previstos en la legislación-. Moreno reclamó al Gobierno que reconozca a los presos de ETA como interlocutores, "como se ha hecho en otros procesos, como en Irlanda". La izquierda abertzale quiere que se "posibilite" un debate "con todas las garantías" entre los reclusos etarras, algo que ahora no es posible, según sostuvo, porque "se les tiene aislados entre ellos".

También aseguró que Instituciones Penitenciarias ha negado a los firmantes del Acuerdo de Gernika la posibilidad de reunirse con presos de la banda para explicarles el contenido del mismo.