Controladores frente al 'Prestige'

Del vicepresidente del Gobierno socialista que plantó cara a los controladores aéreos al popular que tuvo que lidiar con una de las catástrofes ecológicas más graves de las últimas dos décadas, el hundimiento del petrolero Prestige. El candidato Alfredo Pérez Rubalcaba intentó ayer contraponer dos modelos. El suyo incluye recetas para fomentar la economía productiva, la igualdad de oportunidades, el empleo y las voces que, desde el 15-M, piden la regeneración democrática. Estas han sido sus principales promesas desde el 9 de julio:

- El MIR de los profesores. Implantar un sistema de selección de docentes similar al que deben superar los médicos para conseguir una plaza pública. El candidato, que fue ministro de Educación (1992-1993), defiende ese modelo para la contratación de 200.000 profesores hasta 2020.

- Las diputaciones adelgazan. Transformar las 38 organizaciones provinciales, que emplean a 1.037 diputados y cuestan 6.000 millones de euros anuales, en consejos de alcaldes, que mancomunen servicios. Se ahorrarán 1.000 millones al año y se modernizará la Administración.

- Impuestos a bancos y ricos. Establecer una tasa para que paguen los que menos han sufrido la crisis. Permitirá al Estado recaudar 2.500 millones anuales. Los ingresos se destinarían a combatir el desempleo, como el juvenil, que arrastra un paro del 45%. La idea procede de Reino Unido, Francia o Alemania.

- Más educación pública. Invertir en colegios e institutos y ampliar la inversión en escuelas para niños de 0 a 3 años.

- Empleo productivo. Recuperar los dos millones de empleos que se ha cobrado la construcción en esta crisis. Estimular a los emprendedores y las empresas tecnológicas, de energías renovables y de atención a los mayores.

- Democracia participativa. Potenciar una reforma del sistema electoral, inspirado en el modelo alemán, para hacerlo más proporcional y representativo.