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Reportaje:

La moto le gana la acera al peatón

Madrid tiene 5.000 plazas para aparcar 183.000 vehículos de dos ruedas - La ley permite, tras una ordenanza de 2005, subirlas al pavimento

Inés Santaeulalia

"En cuanto los motoristas se enteren del espacio que hay en la reformada plaza de Santa Bárbara la van a colonizar". José Carlos Nicolau, presidente de la Asociación de Vecinos de Justicia, está acostumbrado a esquivar motos en la acera desde que sale de su casa y habla con cierta resignación de un problema que afecta a cientos de calles en Madrid. Para los 183.000 madrileños que usan moto encontrar libre una de las 5.000 plazas reservadas es una lotería. "O me la como o me subo a la acera", dice Ángel Gómez mientras deja el asfalto y encara a ralentí el bordillo.

Tras Ángel llegarán más. El efecto contagio es inmediato. Una moto llama a otra moto y hay puntos fijos en los que los vehículos de dos ruedas sobre el pavimento suelen contarse por decenas. Miles de madrileños tienen que jugar a esquivar motos en cuanto salen a la calle. Lo sufren, sobre todo, padres con carritos de niños que tienen que acabar bajando al asfalto para seguir su camino o invidentes que encuentran un escollo a cada paso.

En Barcelona hay 52.500 espacios de estacionamiento reservados
El Ayuntamiento incumple su compromiso de crear 9.000 huecos
Los reservados para motos han eliminado más de 1.000 plazas de coche
Peatones y vecinos se quejan de la "invasión" de los andenes

Más de uno se habrá preguntado alguna vez: ¿es legal tener una decena de motos aparcadas todos los días en la puerta? Sepa que sí y que su problema, además, tiene poca solución. Una ordenanza de 2005 del Ayuntamiento de Madrid permite a las motos subirse a los bordillos siempre que no midan menos de tres metros de ancho.

En esta batalla del peatón contra la moto, conductores y caminantes se sienten igualmente afectados. Unos y otros preferirían que los vehículos estuvieran en la calzada, por eso miran al Consistorio a la hora de buscar culpables. El Ayuntamiento reconoció el pasado julio que, por la crisis, ha incumplido su compromiso electoral de reservar 9.000 plazas para motos. Hasta hoy hay solo 5.000 espacios. Una cifra mínima si se compara, por ejemplo, con Barcelona, que tiene más de 52.500 huecos (10 veces más).

El director de Circulación del Ayuntamiento, Miguel Ángel Rodríguez, asegura que en los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo y, ante la falta de dinero, dice que están usando la "imaginación". El coste aproximado de poner una zona para motos -pintar y señalizar- es de 1.000 euros, según el Consistorio.

El dinero que se invierte en colocarlas, sin embargo, no puede compararse con el que se pierde. En la mayoría de los casos las reservas para motos se instalan sobre plazas de aparcamiento regulado para coches. A nivel recaudatorio es mucho más beneficioso mantener plazas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), ya que quienes van sobre dos ruedas no están obligados a pagar. Rodríguez cifra en más de 1.000 las plazas de coche perdidas en estos años en beneficio de los motoristas.

Para las asociaciones moteras el aumento de estos espacios es una prioridad. Juan Manuel Reyes, portavoz de Mutua Motera, ve "una pena" que la crisis frene su ampliación. En cuanto a la legalidad de subirse a la acera, entiende que es una medida "polémica", pero que incluso puede ser positiva al crear una barrera física "que aumenta la seguridad" entre calzada y peatones.

Un argumento que no convence, ni por asomo, a Marcos Montes, presidente de la Asociación de Viandantes A Pie, que pretende acabar con la supremacía de los vehículos. La batalla de A Pie contra la ordenanza del Ayuntamiento es más que conocida entre los grupos moteros y en los pasillos del Consistorio. Cuando a finales de los noventa el Ayuntamiento permitió por vez primera que las motos se subieran a la acera, la asociación recurrió la ordenanza.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid les dio la razón. Pero el resultado fue nulo. El Ayuntamiento derogó la normativa recurrida y publicó otra exactamente igual. "Demostramos que teníamos razón, pero no podíamos seguir empantanándonos en procesos judiciales y lo dejamos estar", reconoce Montes. E hicieron bien. La nueva Ley estatal de Seguridad Vial deja a criterio de los Ayuntamientos regular sobre esta cuestión y le da la razón al de Madrid.

Con vía libre, el Consistorio defiende la ordenanza, que también especifica cómo se debe aparcar sobre el pavimento, aunque los requisitos no siempre se cumplen. Las multas van de los 30 a los 200 euros, pero se ponen pocas sanciones. Javier Tayar, portavoz del Sindicato de Unión de Policía Municipal, reconoce que los agentes no cumplen la norma "al dedillo" porque el tema es un "desbarajuste", al no haber aparcamientos suficientes.

Así que aquí está septiembre otra vez, con sus coches, sus madrugones, sus atascos y sus 183.000 motos. Peatón, por ahora, la batalla está perdida.

Los vehículos de dos ruedas se acumulan en las aceras de la calle Fernando VI, a la altura de Barquillo.
Los vehículos de dos ruedas se acumulan en las aceras de la calle Fernando VI, a la altura de Barquillo.CLAUDIO ÁLVAREZ
Motos estacionadas bajo el puente de Juan Bravo.
Motos estacionadas bajo el puente de Juan Bravo.SAMUEL SÁNCHEZ

¿Qué dice la normativa?

El artículo 62 de la Ordenanza de Movilidad para la ciudad

de Madrid, del año 2005, regula el aparcamiento

de las motocicletas.

- Las motos estacionarán en los espacios reservados al efecto, y si no los hubiera podrán estacionar en la calzada cuando esté permitido el aparcamiento.

- Cuando no sea posible hacerlo en la calzada podrán estacionar en las aceras, andenes y paseos de más

de tres metros de ancho.

- En la acera hay que aparcar de forma paralela

al bordillo.

- Siempre a más de dos metros de los límites de un paso de peatones o de una parada de transporte público.

- Hay que intentar dejar la moto entre los alcorques,

si los hubiera, siempre y cuando el anclaje de los vehículos no se realice

en los árboles ni las plantas.

- Cuando la anchura de las aceras, andenes o paseos sea superior a seis metros, está establecido que se debe aparcar en semibatería.

- Solo está permitido utilizar la fuerza del motor de

la motocicleta para salvar

el desnivel de la acera.

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Sobre la firma

Inés Santaeulalia
Es la jefa de la oficina de EL PAÍS US, antes fue responsable en Colombia, Venezuela y la región andina. Comenzó su carrera en el periódico en el año 2011 en México, desde donde formó parte del equipo que fundó EL PAÍS América. En Madrid ha trabajado para las secciones de Nacional, Internacional y como portadista de la web.

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