La mejor Aste Nagusia de la década

Las cifras confirmaron ayer la impresión que los bilbaínos ya tenían: la Aste Nagusia de este año ha sido la mejor de la última década. Más de medio millón de personas disfrutaron de las fiestas de la capital vizcaína, y eso contando solo a quienes asistieron a los actos en recintos acotados, es decir, sin considerar a los miles de personas que siguieron el arranque y el final de los festejos o el lanzamiento de los fuegos artificiales cada noche.

"Pese a la crisis o quizá precisamente por ese motivo Bilbao decidió participar en las fiestas", destacó ayer la concejal de Fiestas, Itziar Urtasun, al hacer el balance detallado de esta Aste Nagusia. Esos 500.000 asistentes suponen un 21% más que el año pasado.

La edil atribuyó el tirón festivo a la apuesta por las actividades gratuitas, modelo que, un año más, ha tenido particular éxito en los conciertos. Sin embargo, esa misma afluencia de público abre el debate a la necesidad de trasladar a lugares más amplios en próximas ediciones actividades como el Txikigune (82.000 niños), para el que el Muelle de Ripa se queda ya claramente pequeño, o los propios conciertos de Botica Vieja.

Por encima de los números, Urtasun resaltó que "la auténtica triunfadora" de la fiestas ha sido la ciudadanía, "y no solo por sus ganas de divertirse en tal espectacular número, sino por su conducta altamente cívica, sin incidentes dignos de especial mención". Los hurtos con intimidación y fuerza han registrado un descenso del 24%, mientras que las actuaciones de carteristas bajaron un 11%. La Policía Municipal detuvo a 65 personas (un 16% más), en su mayoría por hurtos en el recinto festivo y peleas. La concejal no quiso comentar el plante que las comparsas realizaron el pasado miércoles en apoyo a las dos comparsas ligadas a la izquierda abertzale (Kaskagorri y Txori Barrote), sancionadas por exhibir en 2009 en sus txosnas fotos y carteles de presos de ETA. "Ha sido una sanción administrativa de dos años, que ya ha terminado y lo que tenemos que hacer es trabajar todo el invierno no solo para Aste Nagusia, sino para otras actividades", resaltó.

La coordinadora de comparsas hizo también ayer su propio balance, en el que consideró dicho plante la muestra de que "Bilabo quiere un modelo participativo y mixto para sus fiestas". "Las comparsas y el Ayuntamiento estamos obligados a entendernos mutuamente", apuntaron sus representantes.