Barcelona tolera guarderías sin licencia por falta de plazas
Un acuerdo no escrito permite que decenas de guarderías privadas de Barcelona, que carecen de la necesaria licencia municipal, sigan abiertas curso tras curso. Debido a la falta de plazas públicas para cubrir las necesidades de la ciudad, el Ayuntamiento permite que, pese a las irregularidades administrativas, los centros funcionen.
Muchas de esas guarderías son antiguas y están ubicadas en entresuelos y plantas de edificios de vecinos. Por sus características físicas, no pueden adaptarse a la estricta normativa vigente. Lo admite el consistorio, que aboga por una modificación legal que permita legalizar la situación de esos centros.
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