Obama: "Preparémonos para lo peor"
El presidente de EE UU pide a la gente de la costa este que busque refugio ante el avance del huracán Irene - Nueva York ordena la evacuación de 250.000 personas
Desde las costas de Carolina del Norte a la ciudad de Nueva York, pasando por la capital federal, la costa este de Estados Unidos se preparaba ayer para el impacto del huracán Irene, que, según las previsiones meteorológicas, tocará tierra hoy con ráfagas de hasta 165 kilómetros por hora. Las autoridades ordenaron ayer evacuaciones en zonas costeras, el cierre del transporte público, detallaron planes de emergencia y se prepararon para graves daños, en una zona poco acostumbrada a tormentas de semejante fuerza.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ordenó la evacuación de unos 250.000 neoyorquinos, todos los que viven en las áreas más bajas de la ciudad, los barrios de Brooklyn, Queens y Staten Island, incluyendo Battery Park City, el sur de Manhattan y Governor's Island. En Wall Street, muy próximo a Battery Park, considerada una de las zonas de mayor riesgo, la Bolsa hacía acopio de generadores para que lo que pueda ocurrir mañana no impida la apertura el lunes.
"Nunca antes habíamos decretado una evacuación y no lo estaríamos haciendo ahora si no creyéramos que esta tormenta tiene un gran potencial destructivo", dijo el alcalde. Todos los residentes de las zonas localizadas por debajo del nivel del mar, designadas como el área A, tienen que haber dejado sus casas para las cinco de la tarde de hoy (once de la noche en la España peninsular).
Las autoridades del Estado de Nueva York han decidido cerrar a partir del mediodía de hoy toda la red de transporte público de la ciudad, que incluye los sistemas de autobús, metro y ferrocarril. Todos los vuelos con origen o destino en la ciudad previstos para hoy y mañana se han suspendido. Mientras muchos ciudadanos hacen acopio de víveres, hay quienes han visto oportunidades de negocio: algunos supermercados ofrecen desde hace dos días "cupones de descuento huracán".
Al mismo tiempo, el presidente Barack Obama, desde su retiro vacacional en una isla de Massachusetts, que acabó antes de tiempo para evitar los efectos del huracán, avisó: "No puedo insistir lo suficiente: si se encuentran en el recorrido previsto del huracán, deben tomar precauciones en este momento. No esperen. No retrasen las decisiones. Todos aguardamos lo mejor pero debemos estar preparados para lo peor", dijo. "Todo parece indicar que este podría ser un huracán histórico".
Alrededor de 65 millones de personas residen en las zonas afectadas por el trayecto previsto del huracán, en el eje que une Washington, Baltimore, Filadelfia, Nueva York y Boston. En Washington, las autoridades han distribuido sacos de arena y han habilitado cuatro refugios. La empresa nacional de ferrocarriles, Amtrak, canceló ayer los trayectos de larga distancia que unen la capital con el sur. Las aerolíneas han cancelado también numerosos trayectos.
"Desde el punto de vista de las inundaciones, esto puede ser algo que sucede solo una vez cada siglo", advirtió el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie. Su homólogo en Virginia, Robert McDonnell, recomendó a los ciudadanos que busquen refugio y no hagan planes de viaje para hoy.
Al pasar por Bahamas, Irene fue degradado a huracán de categoría 2, aunque se espera que sus ráfagas se intensifiquen al tocar tierra, algo que el Centro Nacional de Huracanes prevé que ocurra hoy cerca de la localidad de Wilmingon, en Carolina del Norte, por la tarde (noche en España). Si supera los 178 kilómetros por hora, volverá a ser de categoría 3.
El recuerdo del huracán Katrina, que era de categoría 3 y se registró hace seis años en el golfo de México, aún perdura. En aquella tragedia murieron casi 2.000 personas y 800.000 tuvieron que abandonar sus hogares.
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