Biden intenta calmar a China, el mayor acreedor
El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, inició ayer una visita de cinco días a China, destinada a dar un poco de lustre a la dañada imagen de su país por la crisis de la deuda y a estrechar lazos con la nueva generación de líderes chinos, en particular, con su homólogo, Xi Jinping, quien se prevé que sea nombrado sucesor del actual presidente, Hu Jintao, a finales del año que viene.
Biden llega a Pekín en un momento especialmente delicado. El Gobierno chino ha criticado duramente a Washington tras la decisión de la agencia Standard & Poor's de rebajar la calificación de riesgo de la deuda soberana estadounidense de AAA a AA+. Los medios de comunicación oficiales calificaron a Estados Unidos de "adicto a la deuda", dijeron que el mundo necesita una nueva divisa de reserva global estable para "prevenir una catástrofe causada por un único país" y le pidieron que aplique recortes a los "hinchados costes de protección social" y su "gigantesco gasto militar".
China es el mayor tenedor de deuda estadounidense -posee 1,2 billones de dólares en bonos del Tesoro-, y está preocupada por sus inversiones. Dos tercios de sus reservas de divisas extranjeras, que ascienden a 3,2 billones de dólares, son en el billete verde.
El entorno de Biden ha intentado rebajar las sugerencias de que el vicepresidente tendrá que calmar las inquietudes de los líderes chinos sobre la solvencia de su país. Fuentes cercanas al dirigente han asegurado que les dirá que Washington está firmemente decidido a hacer frente a sus desafíos fiscales, y enfatizará los aspectos del reciente acuerdo para incrementar el techo de la deuda, que la Administración estadounidense cree que es un buen paso hacia su reducción a largo plazo, informa Associated Press. Los expertos financieros piensan que, a pesar de la preocupación china, Pekín continuará comprando probablemente más bonos del Tesoro.
Los funcionarios estadounidenses han recordado que China tiene sus propios problemas, incluidos el envejecimiento de su fuerza laboral y la necesidad de pasar de un modelo económico basado en las exportaciones a otro más centrado en la demanda interna. Y así se lo recordará a los líderes chinos Biden, quien también les presionará para que permitan que se aprecie su moneda. Washington considera que el yuan está muy infravalorado, lo que supone una ventaja competitiva para las empresas del país asiático. Después de China, Biden viajará a Mongolia y Japón.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.