Bildu tiende la mano a las víctimas tras prodigarse en gestos a ETA
Covite arremete contra Izagirre por invitarle "a la casa del verdugo"
Bildu dio ayer una de cal y otra de arena en la que ya se ha convertido en la polémica política de este mes en Euskadi: la actitud de la coalición abertzale con respecto a las víctimas de ETA y las diferencias que muestra en su trato y con ellas y con los familiares de presos de la banda.
Al día siguiente de que colectivos de víctimas plantasen al alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, de Bildu, en la recepción oficial a que las había invitado al consistorio, la coalición les tendió formalmente la mano "para colaborar en un futuro", pese a la sucesión de gestos de cercanía con los reclusos etarras y sus familiares que dirigentes y representantes institucionales de Bildu han prodigado en las últimas fechas. Poco antes de que ese ofrecimiento se plantease en San Sebastián, ediles de la coalición en Vitoria -los que invitaron a familiares de presos etarras al chupinazo de las fiestas de la ciudad- se quejaban de que la prohibición por el Gobierno de diversas movilizaciones de la izquierda abertzale, entre ellas alguna en favor de los reclusos, "no ayudan al proceso de normalización" de Euskadi.
La coalición critica a Interior por prohibir actos a favor de los reclusos
San Sebastián dice que su deseo es "no entrar en polémicas" con las víctimas
Izagirre delegó en su concejal Axier Jaka, responsable de Información, Participación y Medio Ambiente, para que hiciese oficial su ofrecimiento a colaborar en un futuro con las víctimas. Su comparecencia ante los medios se desarrolló minutos después de que el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) difundiera una carta abierta muy dura dirigida al regidor donostiarra, a quien le expresan su extrañeza por invitarles a una recepción a la que también estaban citados otras asociaciones como Etxerat, que agrupa a los familiares de presos etarras. Covite rechazó de plano la invitación porque, según recalca en su misiva, no entiende "qué pueden hacer las víctimas en casa del verdugo".
Para la principal asociación vasca de víctimas, la reunión convocada por Izagirre, dirigida, entre otras, a organizaciones vinculadas a los derechos humanos, era una simple "mascarada" con la que Bildu perseguía "lavar su imagen" para "aparentar una realidad democrática y social que dista mucho de sus orígenes".
Covite se dirige en términos muy contundentes a Izagirre al espetarle: "Estará con nosotros en que una parte importante de su electorado apoya los métodos y objetivos de la banda asesina. Por si no lo sabe, entre las personas que le votaron están todos aquellos que gritaban 'ETA mátalos' o 'Queremos más ataúdes blancos' contra nosotros".
El enfado de las víctimas se produce tras observar que el anfitrión de la recepción-asamblea había asistido unos días antes, junto a su compañero de filas Martin Garitano, diputado general de Gipuzkoa, al arranque de las fiestas de Vitoria, acompañado por familiares de presos de la banda. Covite recomendó a Izagirre y a Bildu que, "si quieren aproximarse a las víctimas", condenen todos los atentados de ETA, le exijan que deponga las armas e insten a sus miembros a entregarse a la justicia. Y, junto a ello, que pidan perdón a las víctimas y apoyen el cumplimiento íntegro de las condenas.
Jaka, tras confirmar que tenía constancia de la carta de Covite y anunciar que será respondida, aseguró que Bildu "respeta" la decisión de las víctimas de no acudir a la reunión que convocó el alcalde. Y zanjó el asunto aclarando que su deseo era "no entrar en polémicas" con los colectivos de víctimas.
Pero al mismo tiempo, dos representantes de la coalición abertzale de Vitoria, Itziar Amestoy y David Pina, convocaron a los medios para censurar las decisiones del Departamento de Interior durante las fiestas de la capital alavesa al prohibir algunas movilizaciones alentadas por la izquierda radical a favor de los derechos de los presos de ETA y su excarcelación. También preguntaron al PP si fue "un gesto de normalización" que su presidente vasco, Antonio Basagoiti, negara el saludo a Izagirre.
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