"El modelo de ciudad no lo decide un Gobierno regional"

Juan Miguel Hernández León (Málaga, 1945), catedrático, autor de numerosas publicaciones y de obras como el Museo de Ceuta en las Murallas Reales, ha dedicado más de 30 años a asuntos relacionados con el patrimonio. Ahora no se explica que la Comunidad tenga paralizado un proyecto que, según sus palabras, es "tranquilo" y que responde en cuanto a su aspecto formal a aquello que para Álvaro Siza era el mayor elogio: "Cuando terminamos el anterior tramo Colón-Recoletos la gente se preguntaba por qué se había tardado tanto en un proyecto donde aparentemente no se había hecho nada".

Pregunta. ¿En qué fase se encuentra ese informe en el que se escuda la Comunidad para seguir paralizando la obra?

Respuesta. Por nuestra parte hemos presentado toda la documentación que ha solicitado la Comunidad y todos los estudios de impacto medioambiental, y ha habido a lo largo de este año diversas reuniones entre ambas instituciones. Se ha contestado a todo, y hasta ahora.

P. El penúltimo paso de la Comunidad ha sido el silencio administrativo. Esperanza Aguirre ha subrayado que esa zona "está toda protegida" al ser Bien de Interés Cultural (BIC) y que "está bien como está".

R. Es verdad que esa zona comprendida entre la plaza de Cibeles y Atocha está protegida. Por eso, el proyecto se ajustó atendiendo a esa calificación y se cumplieron todos los trámites legales necesarios. Quiero recordar que formo parte de la comisión permanente del Consejo Regional de Patrimonio Histórico [de la Comunidad de Madrid] en representación de las Universidades, entre otros organismos. Siempre hemos entendido que nuestro proyecto intenta recuperar una situación de deterioro progresivo en esa área que acoge los principales museos de Madrid y españoles. Es un ámbito que ha sufrido un deterioro enorme, tiene multitud de pavimentos distintos, árboles decrépitos por la contaminación y no digamos el mobiliario urbano convertido en un inventario de múltiples equipamientos a cada cual más horrible.

P. Entonces, no es una razón que no se pueda actuar porque es una zona protegida.

R. No solo se puede, sino que se debe actuar con los criterios debidos. Es absurdo que porque sea BIC no hay que intervenir. Se debe restaurar y conservar el patrimonio. Toda la legislación está hecha para eso y todas las cartas de restauración, incluidas las de la Unesco, lo contemplan. Lo que no se puede es dejar esa zona que es fundamental para entender la historia de Madrid en un estado de destrucción pasiva. Esa tipología de salón del Prado es específicamente española y típicamente madrileña y es una pena que se haya transformado en un bulevar perdiendo su esencia.

P. ¿No cree que el debate de fondo es el modelo de ciudad: una con menos coches como plantea su proyecto o mantener el mismo tráfico a través de un túnel que defiende Aguirre?

R. No lo sé, sería entrar en una especulación que no me corresponde. En todo caso, si es así, la Comunidad no tiene competencias en movilidad. En cuanto al túnel, cuando el anterior alcalde Álvarez del Manzano convocó el primer concurso ya se contempló, pero tuvo tal contestación ciudadana y académica que el Ayuntamiento lo retiró. Y nosotros somos completamente contrarios a esa solución por sus consecuencias irreversibles.

P. ¿Cuáles?

R. Un túnel no es algo que desaparezca, tiene rampas, pendientes, respiraderos y una entrada y una salida que siempre crean conflicto. Es muy complicado decidir qué puntos destrozamos de la superficie para resolver la entrada y la salida. ¿Qué me cargo: Cibeles, Atocha? ¿Y cómo afecta al arbolado? La solución de los ingenieros la hemos visto con especialistas y estos nos dicen que afectaría además a la escorrentía del agua. La Castellana y el salón del Prado topográficamente es una vaguada por donde pasaba el arroyo de la Castellana y hay una especie de equilibrio natural que está en relación muy estrecha con el parque del Retiro. Por eso todo lo que supone un túnel podría afectar a la zona. Además, es una opción infinitamente más costosa, mientras que el nuestro tendría un coste moderado, entre 10 y 15 millones.

P. ¿En qué medida debe haber tráfico en la zona?

R. No queremos suprimir el tráfico por completo, primero por funcionalidad y porque se ha visto que en una zona sin coches hay más inseguridad. Lo que planteamos es una relación educada entre el tráfico y el peatón.

P. ¿Es este un conflicto más entre Aguirre y Gallardón?

R. No lo sé, si fuera así es sorprendente porque el modelo de ciudad lo tiene que decidir sus responsables directos y sus ciudadanos no un Gobierno regional.

P. Pero si el Ayuntamiento es soberano no se entiende que Gallardón no imponga su proyecto.

R. Es evidente que habrá razones medioambientales y patrimoniales que son las únicas competencias de la Comunidad sobre esa zona, aunque carezcan de solidez. En todo caso, la respuesta no es el silencio administrativo.

P. Entonces, ¿cómo se resolverá este embrollo?

R. Le voy a decir algo. En una reunión en la que estaba también Siza se le hizo una pregunta directa al entonces director general de Patrimonio de la Comunidad [José Luis Martínez Almeida, ahora secretario general del Consejo de Gobierno de la Comunidad]: "¿Cree que nuestro proyecto perjudica o mejora ese ámbito histórico?". Y respondió: "Desde mi punto de vista lo mejora considerablemente".

P. ¿Qué opina Álvaro Siza que hasta ahora se ha mantenido en su mutismo?

R. Su expresión más elocuente fue: "Sinceramente, estoy estupefacto".