Los motoristas mueren más en 2011

Los motoristas mueren más ahora que hace un año. Mientras que la cifra global de fallecidos en la carretera ha caído un 10% en 2011, la de motociclistas no deja de aumentar mes a mes. Hasta el 31 de julio, perdieron la vida 144 motoristas, 16 más que en el mismo periodo del año pasado. "Lo que parecía ser un repunte esporádico a principios de año, se está consolidando", afirma Juan Manuel Reyes, presidente de la Asociación Mutua Motera.

La situación económica, con un descenso en las ventas de motocicletas de un 12%, debería haber funcionado como una vacuna contra la siniestralidad vial. Fue precisamente la bonanza económica la explicación que los expertos encontraron al fuerte repunte de motociclistas fallecidos en 2007, el año más trágico para el colectivo. "Las motos tienen dos usos, lúdico y de movilidad, y teóricamente los dos deberían haberse reducido, porque hay menos gente que se desplaza a trabajar y porque el ocio es lo primero que se suprime en tiempos de crisis", reflexiona Reyes. Pero la fórmula ha dejado de funcionar.

Es el único colectivo que tiene una siniestralidad mayor que en 2003

Ningún motero ha perdido la vida al impactar contra los nuevos guardarraíles

En esta coyuntura, y después de tres años de un descenso continuado, el incremento de víctimas mortales entre los motoristas es "especialmente grave", añade el experto. La situación también preocupa a la Dirección General de Tráfico. El pasado junio, el director de la institución, Pere Navarro, tildó de "disparate" el balance de seis motoristas muertos en un solo fin de semana de aquel mes. Y no ha sido el peor. En marzo hubo uno con nueve fallecidos y en julio otro con ocho. Tráfico ha situado la reducción de víctimas mortales y heridos graves entre motociclistas como uno de los ejes principales del Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-2020, aun más cuando es el único colectivo con una siniestralidad más alta que en 2003.

¿Qué está pasando? "El nivel de riesgo sigue siendo el mismo que hace unos años", considera Javier Rodríguez, experto en seguridad vial y expresidente de la Asociación Lucha Motera. La crisis económica también ha afectado a las inversiones en infraestructura, y, "a igual riesgo y más motoristas en la carretera, sencillamente se dan más accidentes", apunta Rodríguez, que no considera que la crisis haya tenido un gran impacto en el número de motociclistas.

Juan Manuel Reyes también encuentra en la paralización de las inversiones, en concreto en los nuevos guardarraíles, una de las posibles respuestas al repunte de los accidentes mortales. Sobre todo cuando estas nuevas barreras de protección se han demostrado como el mejor salvavidas de los moteros. "No se ha contabilizado un solo accidente en el que un motorista que haya impactado con uno de los nuevos sistemas haya muerto o haya sufrido heridas graves", explica Reyes. Según el presidente de la Asociación Mutua Motera, "de los dos planes que tenía Fomento para mejorar los guardarraíles, el primero tenía que haber concluido en 2010 y aún no ha finalizado, y el segundo todavía no ha empezado".

El ministerio que dirige José Blanco matiza que del primer plan (67,5 millones de euros), que preveía la instalación de estas protecciones en 1.600 kilómetros de la red estatal, se ha concluido "el 81% de las obras", y del segundo (65 millones), que contempla cubrir los mismos kilómetros de carretera, "el 79% de las actuaciones ya se encuentra con las obras licitadas o con el proyecto redactado". "Fomento ha sido siempre muy sensible a los accidentes de motociclistas, a pesar de que el tráfico de este colectivo por la Red de Carreteras del Estado representa menos del 1% y de que su accidentalidad supone el 10% de las víctimas mortales", explican fuentes del ministerio.

El problema de fondo es que "los accidentes en la carretera no se consideran como un problema de salud pública", protestan las asociaciones. Si lo fueran, las inversiones en las infraestructuras de la red vial podrían esquivar los tijeretazos de la crisis porque "en Sanidad se recorta menos".

Pero no toda la culpa recae sobre las Administraciones. Reyes reconoce que los motoristas adolecen de formación. También los automovilistas, que provocan 66 de cada 100 accidentes de moto. "Aprobar el examen no significa conducir de forma segura, hay que saber convivir con el automóvil", añade el experto. Precisamente la DGT puso en marcha a finales de 2010 una campaña para promover cursos de conducción segura para motoristas, una iniciativa pionera en Europa. "Se tiene que incidir en la formación", continúa Reyes, porque "la moto va a ser un vehículo cada vez más usado por sus cualidades en cuanto a eficacia, movilidad, ahorro y ecología, superiores a las del automóvil".