Tercer día de bloqueo policial preventivo en Sol
Decenas de agentes cierran los accesos a la plaza y actúan contra los indignados frente al Ministerio del Interior
El insólito pulso entre la policía y los manifestantes del Movimiento 15-M por hacerse con el control de la Puerta del Sol de Madrid se mantuvo ayer por tercer día consecutivo. Después de dos noches de protestas, tras el desalojo del campamento del paseo del Prado y del punto de información de Sol el pasado martes, los indignados volvieron a intentar ayer la reconquista del kilómetro cero. Y decenas de policías, siguiendo órdenes de la Delegación del Gobierno, respondieron cerrando de nuevo durante horas el centro neurálgico de la capital.
Los simpatizantes del 15-M fueron convocados por la mañana. A las 11.30 había menos de diez personas en la plaza de Oriente, pero la policía ya había acordonado la Puerta del Sol y bloqueado todos los accesos a la plaza. Un helicóptero sobrevolaba la zona. Del ya tradicional "no hay pan para tanto chorizo" se pasó al "no hay café para tanta lechera [en referencia a los furgones policiales]". A partir de ese momento la jornada se convirtió en el juego del ratón y el gato, entre los indignados, unos 300, y los agentes de policía que se desplegaron por todo el centro de la ciudad.
El popular Granados quiere movilizar a sus militantes contra los manifestantes
"Las autoridades están utilizando la estrategia del desgaste", comentaba un miembro de la comisión de Información del 15-M. Una táctica que también han adoptado los indignados y que ha comenzado a hacer mella en los agentes. Si el Sindicato Unificado de Policía (SUP) arremetía el miércoles contra la delegada del Gobierno, Dolores Carrión, ayer criticó las "jornadas extenuantes de trabajo y sin descanso" que vienen soportando los antidisturbios y pidió al Ejecutivo que no convierta "en un símbolo" la Puerta del Sol. "No podemos pasar de permitir una acampada chabolista durante meses a cortar el libre tránsito de la plaza, desviando los autobuses, cerrando el metro y acordonando la zona como si fuera el Congreso de los Diputados el 23-F", señala el comunicado del sindicato.
La marcha del 15-M tenía como objetivo llegar a Sol. Desde la plaza del Oriente subieron por la calle Arenal, y al encontrarse el acceso vallado fueron improvisando el itinerario. La pauta: increpar a los antidisturbios y marcharse a la siguiente entrada a la plaza, donde el escenario se repetía. Calle Carmen, Carretas, carrera de San Jerónimo, Preciados... En cada acceso la protesta perdía a algunos de sus manifestantes. Solo un centenar llegó a la asamblea que celebraron sobre las tres de la tarde en los jardines de plaza de España.
El tránsito no fue lo único que se cortó. A la 13.40 se volvió a cerrar la estación de Sol, uno de los puntales de la red de comunicaciones de Madrid, por tercer día. Los trenes de metro y cercanías no hicieron parada en la estación, negando a los pasajeros la posibilidad de hacer transbordo. Tras una breve reapertura a las cuatro de la tarde, volvió a cerrar poco antes de las 17.30.
Los periodistas y los vecinos de Sol que acreditaron su domicilio fueron los únicos que pudieron acceder o atravesar la plaza, vacía y sitiada por la policía.
Aunque un portavoz del 15-M propuso "parar a comer y guardar fuerzas" para la concentración de las ocho de la tarde, la protesta se reanudó a las cuatro y media con la seguridad de que quien más insista se llevará el trofeo en que se ha convertido Sol.
El cierre del kilómetro cero llevó a los indignados a "callejear". Celebraron anoche una asamblea con unas 800 personas en Cibeles y cientos de ellas marcharon hasta el Ministerio del Interior, en el paseo de la Castellana, que llegaron a cortar. Allí la policía, con material antidisturbios, cargó contra los indignados cuando algunos intentaban subirse a las verjas del ministerio y colgar carteles. Al menos tres personas fueron detenidas y otras nueve resultaron heridas leves, informa F. J. Barroso.
Al conflicto se sumó ayer el secretario general del PP madrileño, Francisco Granados, que anunció estar "barajando seriamente" convocar en septiembre a los 90.000 afiliados del partido en la región para manifestarse en apoyo a los comerciantes y contra los indignados.
Pero el 15-M promete también continuar. Según un portavoz su idea es "seguir con las marchas", aunque las continuas protestas también están afectando al 15-M. Un ejemplo es el de las comisiones de trabajo, que no se reúnen desde el martes.
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