El turismo propicia una leve bajada del paro en julio
El desempleo cae en 42.059 personas, menos que en 2010
El deterioro del mercado laboral es tan acentuado que hace falta algo más que una aparente buena noticia para reanimarlo. El paro bajó en 42.059 personas el pasado mes de julio, uno de los más propicios para la creación de empleo. Pese a ser una de las mejores cifras de la serie, la reducción supone poco más de la mitad de la registrada el año pasado, cuando la recuperación del empleo estaba aún lejos de vislumbrarse. Al inicio de un semestre que debería arrojar ya creación de empleo neto, según los cálculos del Gobierno, los datos de julio muestran que la reducción del paro obedece a motivos estacionales y siembran dudas sobre los próximos meses.
El desempleo ha bajado por cuarto mes consecutivo, según los datos divulgados ayer por el Ministerio de Trabajo, lo que deja en cuatro millones de personas la cifra de desocupados. No obstante, el dato homologable con Europa, el de la Encuesta de Población Activa conocida el pasado viernes, lo eleva a 4,89 millones hasta junio. Los dos datos revelan que la mejora del empleo llega con cuentagotas y casi exclusivamente ligada a la temporada turística. Así, al depurarlo del efecto estacional, el paro aun seguiría subiendo (7.110 personas más que en marzo). El factor estacional se demuestra también en el tipo de empleo que florece en julio. Los servicios explican el grueso de la bajada del paro en el mes (casi 29.000), aunque también se produce una rebaja significativa en la industria (8.247 personas), uno de los sectores que mejor evolucionan.
El peso de los nuevos contratos fijos es el menor en julio desde 1996
Más allá de las cifras del paro, la atonía del mercado asoma en la contratación registrada, que solo avanzó un 2,8% en el mes, un porcentaje raquítico en comparación con los que suelen caracterizar los meses veraniegos. Tampoco el tipo de contrato es el más adecuado para salir de la crisis sobre unos cimientos más sólidos. Pese a la reforma laboral, la fórmula fija baja en el mes (5,28%) y, más preocupante aun, en el año (6,17%), mientras la temporal sube en el mes, aunque en esta ocasión retrocede en el año. Con esa evolución, el peso de los indefinidos sobre el total de la nueva contratación cae a un raquítico 6,66%, el dato más bajo desde 1996, en pleno auge de la temporalidad.
La afiliación a la Seguridad Social, la más precisa para medir la evolución del empleo, arroja un diagnóstico muy similar al del paro: los datos mejoran, pero solo por la respiración asistida que proporciona el verano. Tras el descenso de junio, el sistema vuelve a ganar cotizantes en julio (50.773). Pero esa cifra se torna en pérdida de afiliados (33.544) cuando se aplica la corrección estacional. La hostelería aparece como una de las actividades más boyantes, tanto en el mes como en el año, mientras que el empleo ligado a la Administración pública sigue registrando aumentos mensuales al calor de las elecciones del 22 de mayo, aunque en el año refleja ya un mínimo descenso.
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