Polonia culpa a Rusia del siniestro en el que murió Kaczynski
El informe también denuncia la falta de preparación de los pilotos polacos
El comité polaco de investigación sobre el accidente aéreo en el que fallecieron en el abril de 2010 el presidente Lech Kaczynski y la cúpula militar presentó ayer sus conclusiones, en las que atribuyó la culpa del suceso a las carencias en la preparación de los pilotos y la tripulación del vuelo, pero también a deficiencias estructurales del aeropuerto ruso de Smolensk, en cuya pista el avión intentaba aterrizar, y a errores por parte de la torre de control local.
"De los tripulantes del avión, solo un técnico tenía las credenciales adecuadas para el vuelo", comentó Maciej Lasek, un miembro de la comisión. "La organización de la unidad para los vuelos presidenciales era deficiente, y para cubrir las exigencias, se tomaron conscientemente decisiones que infringieron los procedimientos de entrenamiento, empleando pilotos sin la experiencia requerida", dijo Lasek.
El ministro polaco de Defensa, Bogdan Klich, dimite tras la investigación
Pero el panel de 34 expertos, que trabajó durante 15 meses, también incidió en que "el sistema de iluminación del aeropuerto [de Smolensk] era defectuoso e inadecuado". Además, la torre de control rusa, que creía que los pilotos estaban tratando de aterrizar, dio ordenes equivocadas. El aparato (un Tupolev 154), en cambio, solo estaba haciendo una prueba de descenso. La confusión produjo un error de cálculo que facilitó el accidente.
Tras conocer el contenido de la investigación, el ministro de Defensa polaco, Bogdan Klich, presentó su dimisión, convirtiéndose así en la primera víctima política del accidente.
El presidente Kaczynski, su esposa Maria, así como muchos oficiales y militares de alto rango murieron en el choque cuando el avión en el que viajaban trataba de tomar tierra el 10 de abril de 2010, bajo una densa niebla cerca de Smolensk, al oeste de Rusia. La delegación polaca se dirigía hacia el bosque de Katyn para conmemorar el 70º aniversario del asesinato de oficiales polacos por la policía secreta soviética durante la II Guerra Mundial.
Según la comisión, no solo el piloto carecía de experiencia en el aterrizaje de aeronaves en condiciones adversas, sino que, además, era el único miembro de la tripulación que hablaba ruso, lo que implica que tenía que tratar directamente con el personal de tierra además de pilotar el avión.
El informe publicado por Rusia el pasado enero hizo recaer toda la responsabilidad del siniestro en la tripulación polaca. La magnitud de la tragedia acercó en primera instancia las frías relaciones entre Moscú y Varsovia, en desacuerdo sobre varios temas. La versión defendida por los rusos complicó, sin embargo, el deshielo diplomático.
Jaroslaw Kaczynski, el hermano gemelo del expresidente fallecido, que dirige el principal partido de oposición de Polonia, ha acusado al primer ministro de su país, Donald Tusk, de connivencia con Moscú para encubrir la verdad del desastre. Tusk, favorito para ganar la reelección en octubre, rechaza esas acusaciones.
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