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Fabra deja Castellón sin alcanzar retos que propone para la Generalitat

Muestra "respaldo absoluto" al nuevo líder regional pero marca su territorio

El ya presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, presentó ayer su renuncia formal a la alcaldía de Castellón, que ocupaba desde 2005. "Me voy con la conciencia tranquila", dijo tras 20 años como concejal del Ayuntamiento castellonense durante los que ha intentado "lo mejor posible". "Aunque sé que he podido cometer errores", señaló.

El salón de plenos en el que se celebró el acto de renuncia estuvo abarrotado de vecinos y funcionarios que acudieron a despedir a Alberto Fabra. Quien no lo hizo fue el presidente provincial del PP y el durante años compañero de Corporación del ahora presidente de la Generalitat, Carlos Fabra.

Alberto Fabra no hizo repaso alguno por su gestión, revisión que sí efectuó la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Amparo Marco, quien calificó de "gris" los mandatos como alcalde del nuevo presidente del Consell. Marco resaltó que el gobierno de Fabra "ha duplicado el endeudamiento municipal".

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De hecho, Fabra prometió el martes un plan de austeridad para la Administración autonómica que él mismo no ha podido cumplir en el Ayuntamiento de Castellón. El Consistorio tiene vigente, desde 2008, un plan económico financiero para cumplir con el objetivo de estabilidad presupuestaria. El plan señalaba la necesidad de rebajar su deuda y de adoptar medidas internas de ahorro de gasto que el equipo de gobierno no logró, durante dos años, lo que le valió las advertencias de la intervención municipal.

Fabra también prometió no subir impuestos, mientras que en el Ayuntamiento de Castellón lo hizo de una manera encubierta. Vistió de actualización el IBI aplicando el índice local y en un mes estival, escogiendo el que presentaba un mayor porcentaje. Aún así, el Ayuntamiento de Castellón dejó de cobrar en 2010 casi el 20% de tasas e impuestos por mala gestión en la recaudación.

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Fabra tampoco fue ejemplar cuando, hace apenas un mes y pese al acuerdo de congelar los sueldos municipales, decidió subirse su retribución. Días después rectificó.El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, del PP, no ha tardado en deshacerse de su jefe de protocolo, Rafael Betoret, después de que este aceptara que cometió un delito de cohecho pasivo impropio al aceptar regalos de la trama Gürtel. Justo una semana después de su declaración de culpabilidad, Betoret se reunió ayer con Rus para hablar de su salida. Según el comunicado oficial de la Diputación, Betoret dejará el organismo y se reincorporará como funcionario a la Agencia Valenciana de Turismo. Rus declaró su "respeto" por la marcha de Betoret y le despidió con las clásicas alabanzas a su "eficacia, solvencia y profesionalidad".

En una estrategia marcada por el PP para evitar un juicio por corrupción con el expresidente Francisco Camps de protagonista, el ya exjefe de protocolo de la Diputación acudió la semana pasada al Tribunal Superior de Justicia valenciano para firmar su conformidad con los escritos de acusación por aceptar regalos de la red Gürtel cuando era jefe de gabinete de la Consejería de Turismo. Al admitir los hechos, Betoret aceptó también pagar la multa más alta de las propuestas por las acusaciones, es decir, un total de 49.500 euros.

Pero Betoret, pese a asumir la condena, como también hizo el exvicepresidente del Consell Víctor Campos, no podrá evitar el juicio. La decisión de Camps de dimitir le llevará a acompañarle en el banquillo en otoño, junto a Campos y el diputado Ricardo Costa.

Rus, en cambio, escogió a otro Betoret, en este caso de nombre Vicente, diputado autonómico y alcalde de Vilamarxant, como responsable del comité de campaña provincial para las elecciones generales. También designó, en una reunión de su equipo de dirección, un comité electoral presidido por Rafael Soler. Ejerció, de esta manera, su poder como presidente provincial del PP sin esperar siquiera a que Alberto Fabra, nuevo presidente regional de los populares, pueda tomar posesión de su cargo de presidente de la Generalitat, hoy en un pleno de las Cortes Valencianas.

Rus mostró su "respaldo absoluto y apoyo incondicional" al nuevo presidente de la Generalitat, a quien reconoció su labor al frente del Ayuntamiento de Castellón y también agradeció al expresidente Francisco Camps haber hecho de la Comunidad Valenciana "un referente internacional de modernidad y progreso", pero se deshizo de un imputado del caso Gürtel, que acompaña a Camps entre los procesados por la causa de los trajes, y marcó su territorio tanto a la dirección regional como a la dirección nacional del PP, que preside Mariano Rajoy.

La marginación de Rus en la resolución de la crisis institucional que ha llevado a la sustitución de Camps por Fabra tanto al frente del PP valenciano como del Consell ha alertado a Rus, que emplazó a la militancia a "seguir trabajando en la misma línea para que Rajoy sea presidente del Gobierno", pero también dejó muy claro que el PP de la provincia de Valencia "está más fuerte que nunca".

En el PP valenciano es general la sensación de que Rus hará valer su poder orgánico para entrar en el Consell cuando Alberto Fabra remodele el equipo de Gobierno que hereda de Francisco Camps.

Alberto Fabra se despide de los vecinos de Castellón tras presentar la renuncia a la alcaldía para ser presidente del Consell.
Alberto Fabra se despide de los vecinos de Castellón tras presentar la renuncia a la alcaldía para ser presidente del Consell.ÀNGEL SÁNCHEZ

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