Una armónica de despedida

Pintura. Jokin Tellería presenta Composición luminosa con notas húmedas. Abierta hasta el 30 de julio.

De martes a viernes, de 18.00 a 21.00. Sábados, de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00, en la Galería Ikusi Arte. Correría, 8. Vitoria.

Música de papel. Esta muestra gráfica recuerda los eventos musicales que se han celebrado en la ciudad durante los últimos 35 años y está integrada por carteles, programas, anuncios y partituras. Hasta el 31 de agosto.

De lunes a viernes, de 8.15 a 15.15, excepto del 1 al 16 de agosto, fecha en la que la Fundación permanecerá cerrada. En la Fundación Sancho el Sabio. Portal de Betoño, 33. Vitoria.

Toots Thielemans despidió ayer el Jazzaldia. El músico, de 89 años, rindió homenaje a una espectacular e intensa carrera en el Auditorio del Kursaal, mientras la lluvia terminaba por deslucir la última jornada del Festival. El agua fue clemente con B. B. King, el encargado de arrancar la 46 edición de la cita el pasado jueves, pero no tuvo piedad en las dos últimas jornadas. El domingo se suspendieron cinco de los conciertos gratuitos y ayer sucedió otro tanto con todas las actuaciones del Náutico y las terrazas del Kursaal. Solo se salvaron Musrego, Moby Dick y De 2 en Blues Band que cambiaron la calle por la Sala Club del Teatro Victoria Eugenia.

Cyndi Lauper y Mavis Staples despiden el Festival en la Trinidad

La lluvia obliga a cancelar algunas actuaciones gratuitas

Thielemans recibió por la mañana el Premio Donostia del Jazzaldia de manos del alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre. El jazzista, virtuoso de la armónica, fue presentado por Miguel Martín, el director de la cita, como uno de los grandes del género. "Él y otros como él llegaron a alcanzar el swing y gracias a esa conquista han logrado que hoy haya un espléndido nivel de creatividad en Europa", explicó Martín.

"Hablo blues con acento belga", vino a responder el músico. Thielemans, que pronunció algunas palabras en castellano, argumentó que si el flamenco no se puede entender sin España, algo parecido pasa con el jazz. "La blue note viaja desde África hasta América", apuntó y, por tanto, cualquier creación debe beber de la mezcla e influencia de los dos continentes, ahondó.

Thielemans ofreció un concierto salpicado de guiños a su amplia trayectoria. El músico, como recordó, fue inoculado por "el virus del jazz" cuando tenía 19 años y escuchó por primera vez un disco de Louis Armstrong. Desde entonces ha protagonizado una carrera que le ha llevado a compartir escenario con músicos como Charlie Parker, Bill Evans, Ella Fitzgerald y Quincy Jones.

Thielemans dejó paso a las actuaciones de Cyndi Lauper y Mavis Staples en la Trinidad. La plaza, encajonada entre el Monte Urgull y la Parte Vieja, el escenario primigenio y emblemático del Festival, no cedió al azote meteorológico. Las actuaciones del trío encabezado por el contrabajista Avishai Coen y el concierto de Casandra Wilson congregaron el domingo a 2.315 personas, según datos facilitados ayer por la organización.

A falta de que se hagan públicas las cifras oficiales de asistencia, el Jazzaldia ha conseguido atraer durante las primeras cuatro jornadas a 110.000 personas (sin contar la asistencia de ayer), frente a los 106.256 espectadores de 2010. Casi el 40% vieron a B. B. King, mientras que el Museo San Telmo, el nuevo escenario del Festival, ha tenido una afluencia media de casi 800 espectadores.