Lala no quiere ser florero

Ser la mujer de, a secas, no es algo soportable para muchas mujeres occidentales del siglo XXI. Y aunque la serie Sexo en Nueva York se ocupó de inculcar en muchas mentes la idea machista de que el secreto de la felicidad está en un marido con éxito y dinero que resuelva los problemas mientras ellas queman la tarjeta de crédito comprando zapatos, también hay quienes tras construirse una carrera, optan por agenciarse un marido triunfador y utilizar sus recursos para continuar alimentándola.

Lala Anthony, esposa del flamante jugador de los Knicks Carmelo Anthony, es una de esas mujeres que han renunciado a ser solo la mujer de. Proclamada recientemente como la primera dama de la NBA, Lala, de 32 años, está embarcada en una cruzada muy clara: demostrarle al mundo que ella y su marido son un todo y que la grandeza de su esposo no riñe con su talento.

Dirige la productora que realizó el documental sobre la vida de Mike Tyson

Lala y Melo, como se les conoce en el mundo mediático estadounidense, donde su presencia es constante, se casaron hace un año pero llevan juntos casi una década. En 2008 crearon la productora Krossover Productions, de la que nacieron, entre otros proyectos, el documental Tyson, un retrato íntimo del boxeador Mike Tyson, que recibió críticas dispares, y el reality show Lala's full court wedding, que retransmitió todos los pasos previos a la boda de la pareja. Ahora Krossover prepara una película con el director de éxitos de taquilla Brett Ratner, un nuevo reality también centrado en su vida matrimonial y un libro para niños.

"Mi modelo son Will Smith y Jada Pinkett. Puedes ver que se quieren y se apoyan y trabajan juntos en algunas cosas. Pero él tiene su propia vida y ella también", declaraba recientemente Lala en The New York Times.

Nacida en Brooklyn y crecida en Nueva Jersey y Atlanta fue siempre una persona con mucha iniciativa y antes de su matrimonio ya tenía cierta fama. Había comenzado a trabajar siendo muy joven como dj en una emisora de radio -donde llegó mintiendo sobre su mayoría de edad- y de ahí fue avanzando hasta conseguir su propio programa junto a un entonces desconocido Ludacris. De ahí dio el salto a la MTV, donde trabajó en el célebre programa TLR durante siete años. Desde que Carmelo firmó con los Knicks el pasado febrero y se mudó a Nueva York dejando atrás a los Denver Nuggets, su popularidad se ha disparado, puesto que se deja ver en todas las fiestas y eventos sociales de la ciudad.

"Ella tenía ganas de producir películas, documentales y reality shows, así que pensé que en vez de invitar a alguien a trabajar con nosotros y producirlo todo, nosotros mismos teníamos la capacidad y las conexiones para crear nuestra propia empresa y hacer esas cosas a través de ella", explicó Carmelo Anthony en The New York Times en un halagador perfil sobre Lala publicado recientemente.

“No quiero que se me conozca simplemente como la esposa de un jugador de baloncesto”, dice ella. Y por eso se ha negado a aparecer junto a otras consortes oficiales en el enésimo reality show que puebla la televisión estadounidense, titulado Esposas de jugadores de baloncesto. Conociendo el carácter de Lala, que ha tenido que aprender a contenerse en los partidos que su esposo no juega en casa porque se pone bastante violenta y no cae bien entre los fans de equipos rivales, parece lógico que haya rechazado participar en un programa con semejante título, aunque se trate de uno de sus formatos televisivos favoritos.