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Crítica:MÚSICA | DISCOS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El regreso de la antigeisha

Rosa Rivas

Si te caes siete veces, te levantas ocho, dice un proverbio japonés. Y así es la peripecia profesional y vital de Chihiro Onitsuka, una de las estrellas de la música japonesa. Precisamente en el vídeo de la canción Aoi Tori (pájaro azul), con el que lanza tras año y medio de silencio su nuevo álbum Ken to Kaede (la espada y el arce), se desploma en la ola de su vestido una y otra vez para auparse retadora.

Aunque la cantante y compositora tiene discos de oro y platino en su haber (debutó como superventas en 2000), es, como otras figuras niponas, una desconocida fuera. Y a su pesar, porque en sus sucesivas casas de discos (tras relaciones conflictivas con las grandes ahora está en una independiente), pidió realizar giras en Europa o América. Ella adora la música estadounidense. Creció escuchando los discos de los Carpenters de sus padres y reconoce influencias de Jewel, Tori Amos, Alanis Morisette, Nirvana o Paula Cole. De hecho, mezcla el inglés con el japonés en muchas letras. Al igual que otra iconoclasta y multifacética cantante, Ringo Shiina (una Björk nipona). Gracias a YouTube y a la legión de fans que incluso traducen sus temas (www.nostalgic-lavender.net) pueden explorarse los textos, plagados de existencialismo, ironía y crítica social. Como Shiina, Onitsuka cuestiona las tradiciones y se viste de geisha cínica, como en el inquietante vídeo de Kagerou (golpe de calor), filmado por Kensaku Kakimoto, fotógrafo y cineasta que suele crear inquietantes imágenes para resaltar la frecuente vena dramática de la cantante, con múltiples registros vocales. Aunque coquetea con frecuencia con el punk y el rock, su fuerte son las baladas intensas, pequeñas sinfonías con historias crípticas que han servido de banda sonora para series y películas (Rasen, Espiral, sonaba en Wasabi, de Luc Besson).

Pero su nuevo disco, lanzado a finales de abril junto a un libro autobiográfico, Los fragmentos de la luna, rezuma optimismo. Ella asegura que potencia ahora su lado funky, ya expuesto en su magnífico álbum anterior, Dorothy. "Me encuentro con mucha energía", ha declarado Onitsuka a la revista de tendencias culturales Papyrus y a cuantas entrevistas le hacen en los medios nipones. Y es que ha renacido de una etapa crítica (una más en su agitada vida: depresiones, pérdida de voz, insomnio). En verano del pasado año fue golpeada brutalmente por su novio (lesiones en la cara, costillas rotas), pero cuando el agresor fue detenido en diciembre ella ya estaba trabajando en su nuevo disco, que grabó en Los Ángeles. Al cumplir 30 años (el 30 de octubre), dijo que empezaba una nueva vida. Se autorregaló un viaje a Nueva York, donde tatuó su brazo izquierdo con símbolos "para contener mis extrañas fuerzas interiores". Beautiful fighter (bella luchadora) fue uno de sus primeros éxitos. Ahora, en uno de sus temas de estreno proclama querer ser "Happy Warrior": una guerrera feliz.

Ken to Kaede está editado por For Life Music Entertainment

La japonesa Chihiro Onitsuka publica nuevo disco,<i> Ken to Kaede</i>, y una autobiografía.
La japonesa Chihiro Onitsuka publica nuevo disco, Ken to Kaede, y una autobiografía.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.
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