De 'road movie' en el teatro y con tacones

"Los actores que no somos conocidos estamos siempre en crisis", sentencia Ana López, caracterizada de luto -menos las zapatillas de deporte- en un bar de Aluche, a tres horas de empezar la función. "Trabajas tres meses, luego seis los pasas sin nada... Si no tienes contactos o eres un consagrado, es muy difícil hacerse un hueco", dice la actriz murciana mientras sus dos compañeras de reparto, Raquel Romero y Nieves Castells, asienten con la cabeza. Con la muerte en los tacones, la obra que las tres escriben y protagonizan, es su reacción a la falta de oportunidades: si no hay trabajo, mejor crearlo uno mismo. (O una misma, en este caso).

De una sala que alquilaron en Madrid con el propósito de impartir cursos de teatro que no funcionaba muy bien salió el espacio; el tiempo se lo regaló la crisis. Sin idea inicial, las tres compañeras de la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia se pusieron a improvisar: les salió una historia de ellas mismas -"El germen del personaje es nuestra propia personalidad llevada al extremo"- y de superación en clave de humor; un viaje físico y personal, una road movie sin movie.

Tres hermanas que parten de Parla y llegan a Los Urrutias, en Murcia, para cumplir la última voluntad de su madre, que acaba de fallecer. El periplo de 450 kilómetros les sirve de pretexto para experimentar situaciones delirantes, narradas con la estructura de un guion cinematográfico: las escenas están planteadas como un storyboard en el que las acotaciones forman parte de la historia. Idea, esta última, del director, Joan Miquel Reig, que pretendía simular el "ritmo" del celuloide. Una simbiosis cine-teatro con la que se presentan en el Nuevo Teatro Alcalá y con la que -prometen- uno sale con ganas de emprender cualquier proyecto.

Con la muerte en los tacones. Nuevo Teatro Alcalá. De jueves a sábado a las 21.00. Domingo a las 20.00. 12 euros.