El iPad es una mina

El iPad es un chollo. No tanto para su dueño como para la industria que gira a su alrededor. El propietario de esta tableta fabricada por Apple compra más accesorios, más aplicaciones y más caras que los que poseen un portátil o un teléfono inteligente. Así que a los 15 meses del nacimiento de esta pizarra digital han surgido muchos accesorios y aplicaciones (más de 100.000) creados específicamente para ella.

Logitech, que desde 1991 vende ratones (más de 100 millones) y otros aparatos periféricos, ha lanzado una línea de productos sólo para iPad. Y es que el dueño de esta tableta compra de media 3,5 accesorios, el doble que el dueño de un smartphone, mientras que el de ordenador compra uno.

Si ya el cliente de Apple es más proclive a gastar que el resto, el del iPad llega a pagar el triple por la misma aplicación de un iPhone. Aún es mayor la diferencia en las aplicaciones sanitarias (29 euros contra 7), según la consultora Distimo.

Pero el iPad también necesita accesorios. Logitech trata de llenar dos de sus carencias: el teclado físico y el apoyo de la tableta. Su nuevo teclado inalámbrico es cómodo y ligero; las pilas aguantan medio año, y la comunicación es automática (60 euros). En el caso del Speaker Stand, combina su base de altavoz con un soporte para la tableta.

La base sirve para llevar la música a 15 metros de distancia del iPad y para recargar la tableta aunque esté apagado el altavoz (50 euros); el modelo AV Stand, comparte televisión en el iPad (80 euros).

La tableta está resultando ser una compañera de relax más que de trabajo. El iPad, a diferencia del ordenador, donde menos se emplea es en una mesa (52%). El 77% lo usa en la cama y el 80% en el sofá, es decir, en sitios que invitan al ocio y a las compras.