Otras posibles Martas Domínguez

Hemos conocido que la campeona mundial de 3.000 metros obstáculos Marta Domínguez ha sido exculpada de suministro, sin receta médica, de un fármaco a una persona de su entorno. Hace tres meses conocimos que su imputación por dopaje en relación con la Operación Galgo también fue sobreseída.

Estas dos decisiones deben hacernos reflexionar sobre un principio básico de nuestro ordenamiento: la presunción de inocencia, es decir, nadie es culpable de un supuesto delito hasta que la justicia lo dictamine. Actuaciones como las emprendidas con la atleta desde diciembre de 2010, cuando comenzó la Operación Galgo, son auténticamente discriminatorias contra el honor, la buena fama y, en definitiva, la dignidad de toda persona humana.

Algo que parece tan obvio no lo es, sin embargo, para la ministra Leire Pajín, que en el proyecto de Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación, que se tramita estos días, revierte la carga de la prueba. Es decir, toda persona acusada de discriminar a otra tendrá que demostrar su inocencia sin que sea la parte acusadora quien deba hacerlo. La conclusión es evidente: todos podremos ser otras Martas Domínguez, con la dificultad, a la indefensión añadida de una falta contra la buena fama, de demostrar que no somos culpables sin que haya pruebas previas por parte de la acusación.