La responsabilidad de los Gobiernos
Es cierto que la opacidad y los intereses creados hacen de las agencias internacionales de califiación de riesgos financieros unos agentes con excesivo protagonismo político en el panorama mundial. Es cierto que estas agencias que ahora dan lecciones económicas y de riesgos no solo no vieron venir la crisis financiera sino que en algunos casos la provocaron y agudizaron, también es cierto que su poder político-mediático no está justificado ni legitimado democráticamente.
Lo que la actual crisis económica ha sacado a la superficie es la falta de responsabilidad de muchos Gobiernos europeos que han gastado mucho más de lo que podían, que han endeudado a los países más allá de lo tolerable, que han utilizado el presupuesto público para obtener réditos electorales, que en algunos casos han llegado a utilizar ingeniería financiera para mentir a sus socios europeos, que en otros han utilizado la política y el dinero público para fortalecer sus negocios, que a veces han utilizado al Estado para lucrase ellos o sus amigos. Todo esto no puede quedar fuera del debate político tapado por el tema de las agencias de calificación de riesgos.
La responsabilidad política y en algunos casos la responsabilidad penal de los Gobiernos debería servir de catarsis para las democracias europeas, para cambiar la cultura política de muchos europeos centrándola en la calidad democrática y en la transparencia de los Gobiernos; debería servir para una refundación de una Europa auténticamente democrática, con Gobiernos políticamente responsables, con una población perfectamente consciente de sus responsabilidades políticas y con una ciudadanía vigilante de su clase política.
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